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Aligi Sassu, el pintor italiano que escogió Mallorca como su segunda patria, y que falleció en Pollença el pasado mes de julio, fue recordado ayer en Palma con un emotivo homenaje. Familiares y amigos, así como quienes admiraron su trabajo, asistieron a la presentación del libro «Aligi Sassu», de Antonello Negri.

En el Centre de Cultura Sa Nostra se reunieron un buen número de personas que, tras los discursos y el vídeo que se proyectó, un paseo por sus cuadros, disfrutaron de un concierto de piano a cargo de Vicente Urbina, sobrino del homenajeado. Helenita Olivares, viuda de Sassu, presidió un acto en el que glosaron a Sassu dos personas que le conocieron bien y le admiraron como hombre y creador, Carlos Blanes, ex director general de Sa Nostra, y Pere A. Serra, presidente-editor de Ultima Hora .

Ambos no pudieron separar en sus parlamentos el Sassu persona y del artista. «Si la memoria nos faltara, siempre quedaría su obra», señaló Blanes. «Escogió ser mallorquín y siempre enalteció esta tierra». Mientras que Pere A. Serra, amigo personal y experto conocedor del Sassu artista, habló del «espíritu joven» que acompañó al maestro hasta su muerte, e hizo un recorrido por su obra destacando todas sus etapas, especialmente la futurista, la fuerza de la serie «los hombres rojos» y los caballos. Tampoco se olvidó de mencionar el compromiso de Sassu con la libertad, por el que Mussolini le llevó a la cárcel.