Destino ha publicado el estudio sobre la obra narrativa de Carme Riera «El mirall y la máscara». Foto: C. DOMÈNEC.

TW
0
ANDREU GOMILA - BARCELONA «Mi obra no está acabada; quizás llegue a escribir una novela como Villalonga, Rodoreda o Pla». De esta manera, Carme Riera (Palma, 1948) ponía sobre aviso a los que piensen que la Trobada Internacional d'Especialistes en l'Obra Narrativa de Carme Riera y la publicación en la editorial Destino del estudio «El mirall i la máscara» suponga un declive en su producción. «Como persona no soy ambiciosa, sí como escritora», remarcó Riera en Barcelona, sede de la reunión que unirá a partir de hoy a 17 expertos en su obra 25 años después de la publicación del volumen de relatos «Te deix amor, la mar com a penyora».

La antóloga del libro de Destino, Luisa Cotoner, manifestó que «Riera es más valorada en el extranjero que en casa», para añadir que «fuera hay mucha gente que estudia y da clases sobre ella». Así, tanto el editor de Destino, Andreu Teixidor, como el director General de Promoció Cultural de la Generalitat, Vicenç Llorca, no dudaron en calificar a Riera como «la figura más sólida y de más proyección exterior de nuestro país». Estas palabras las corroboran algunos hechos, como la concesión en Italia, meses atrás, del premio Elio Vittorini al mejor libro foráneo por la versión de «Dins el darrer blau». Esta novela, su penúltima en su producción, se alzó en 1995 con el Premio Nacional de Literatura, compitiendo con Javier Marías y Almudena Grandes, entre otros.

Riera se presentó con la misma chupa que vestía hace 25 años. Aunque, como bien destacó, su narrativa ha cambiado mucho, desde el lirismo y la ironía iniciales. «Ahora me lleva la voluntad del lenguaje y la creación de un mundo propio, además de añadir un mensaje ético, ya que no me interesa la literatura que no lo tiene», afirmó la escritora, quien quiso dedicar el acto de mañana a su amiga Montserrat Roig, fallecida hace diez años, y «a todos los de la generación de los 70, que hemos continuado trabajando para construir una lengua literaria en tiempos de lengua miserable».