TW
0

A lo largo de este pasado fin de semana tuvo lugar, en el Auditòriun de Palma, la VIII Trobada de Corals de Mallorca, organizada por la Federació de Corals de Mallorca y que ha contado con la colaboración de la Orquestra Simfònica de Balears. En la primera jornada participaron veintiséis corales y en la segunda, veintiuna.

«Supongo que continuaremos en próximos años, porque la mayoría de las corales están contentas y colaboran mucho en la preparación», afirmó Mariano Cortés, presidente de la Federació de Corals desde 1991 y director de la Coral Sant Jaume desde 1985.

En la jornada de ayer participaron Coral Madre Alberta, Coral Juvenil de Joventuts Musicals, Cor l'Arxiduc, Cor d'Esporles, Orfeó Solleric, Coral de Can Pastilla, Coral s'Alzinar, Coral Son Servera, Coral Mont-lliri, Capella Teatina, Amics de la Música, Cor de Cambra Ars Antiqua, Coral de Consell, Orfeó l'Harpa d'Inca, Coral Llosetina, Coral es Puig de Selva, Orfeó d'Alaró, Coral Brotet de Romani, Orfeó Universitari, Coral del Col·legi Sant Agustí y Orfeó Mayurqa.

Compartiendo el patio de butacas se encontraban el numeroso público asistente y los miembros de las diferentes corales que ya habían actuado "o iban a hacerlo" en algún momento de la velada. Las actuaciones "divididas en dos partes" fueron sucediéndose poco a poco. En la primera parte, gracias al variado programa seleccionado, recordamos de nuevo que The Beatles querían vivir en un submarino amarillo, o que María, en «West Side Story», se sentía orgullosa de ser puertorriqueña, o que García Lorca lloraba sin consuelo por la muerte de una pobre «niña de agua». En la segunda parte intervino, acompañando a los coristas, la Orquestra Simfònica de Balears.

El silencio y atención con que el público siguió todas las intervenciones sólo se vio alterado por algún bebé que reclamaba su merienda, por algún móvil que no estaba desconectado y por un padre que no quiso perderse ni la actuación de su hija ni la del Mallorca en el Camp Nou gracias a un minitransistor. La alegría del padre debió ser, sin duda, doble, o mejor dicho, triple.