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TONI LIMONGI La galería Altair de Palma abre hoy una exposición dedicada a la artista mallorquina Dolores Sampol, en la que muestra su fascinación por la gente y el entorno de Etiopía, país que visitó hace unos años y del que guarda muy buen recuerdo. Sampol asegura que «lo que más me impactó fue la sonrisa de las personas. Allí las personas te observan, te echan una mirada dura, pero sin dejar de reir. Para hacer mi obra, a veces me he basado en alguien en particular, otras veces no, aunque creo que ese carácter tan especial queda reflejado».

La artista presentó más de una decena de cuadros, realizados con diferentes materiales: lino, papel, óleo, carbón, litografías. Sampol ha fusionado la pintura figurativa con la conceptual para ofrecer un producto personal.

La artista también ha incorporado a sus cuadros otros elementos como la escritura abstracta. «Solamente estuve una veintena de días en el país africano. Allí hice muchas fotos, ya que es muy difícil pintar allí, con unas condiciones climáticas y ambientales bastante duras. Sin embargo, el paisaje no se acaba nunca, es inmenso», asegura la creadora plástica. Dos años después de estas impresiones africanas, Sampol ha realizado estas obras, fechadas todas en 1999 y con el título genérico de «Negro».