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ANA PÉREZ Son niños, carecen de experiencia y en cuestión de segundos deben ponerse en su papel para abordar uno de los diálogos más duros de una historia tremenda que desconocen: «El mar» de Blai Bonet.

A punto ya de iniciarse el rodaje cinematográfico a las órdenes de Agustí Villaronga, el director de cásting y su equipo se afanan por dar con la réplica infantil de dos de los protagonistas tras haber probado a más de 300 pequeños.

Los requisitos son muchos: tener entre 8 y 12 años, hablar mallorquín, guardar parecido con los actores que darán vida a los protagonistas ya crecidos y, por supuesto, ser capaz de transmitir la energía del personaje.

«Seleccionar niños siempre es difícil. Un adulto tiene una cierta técnica que puede servirle, pero ellos no. Además no se trata de una comedia, sino de una situación límite. Éste es el cásting más complicado que he hecho en mi vida». Lo dice Pep Armengol, «un descubridor a primera vista» que se ha encargado, por ejemplo, de dar con los actores idóneos para «Nissaga de poder» o «La ciudad de los prodigios» y que, junto a su equipo, consigue a base de paciencia que los niños se relajen, como si fuera un juego, y entiendan lo que espera de ellos.