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ANA PÉREZ No hay duda: el teatro en lengua catalana vive uno de sus momentos más dulces. Así se desprende de la memoria de actividades dada a conocer ayer en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores por el director del Departamento de Radiodifusión y Comunicación Pública, Javier Trujillo; el consejero, miembro de la junta directiva y compositor José Solá y el delegado general en Balears, Ignacio Fernández Allende.

La creación de nuevas compañías locales y el pujante intercambio cultural con otras procedentes de las comunidades de lengua catalana son algunas de las razones de que el pasado año las representaciones en esta lengua no sólo aumentaran con respecto a 1997 sino de que les sacaran aún más terreno a los montajes en castellano. Como dato curioso, destacar que pese a que disminuye el número de obras programadas, éstas permanecen más tiempo en cartel y son vistas por más espectadores. Así, de las 273 obras de 1997 se pasó a 268 en 1998 (-1'86%), mientras que el número de funciones se cifró en 786 frente a las 685 del año anterior (14'74%) y el de espectadores se incrementó un 27'90%, al pasar de 167.432 a 214.146.

El catalán acaparó el 81'68% de estas funciones (642), superando las 497 de 1997, mientras que el castellano pasó de 169 a 106. «El Florido Pensil», «Faust. Versió 3.0», «West Side Story», «Pigmalió», «The pirates», «Catxin dena quin estiu», «Carmen», «De què parlavem», «Ses matanceres, Cap. 2» y «Me n'afluix per no triar» fueron las obras que obtuvieron más éxito.