Archivo - Aeropuerto Alicante-Elche | DIPUTACIÓN DE ALICANTE - Archivo

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El Gobierno de España ha subrayado que los estudios realizados indican que a «corto y medio plazo» no es «necesario» construir una segunda pista en el Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández y argumenta que en la actualidad la instalación dispone de unas infraestructuras «con capacidad suficiente» que permite una «operación eficiente» para las compañías aéreas.

En una respuesta del Gobierno al senador del PP Agustín Almodóbar, el Ejecutivo central subraya que la propuesta de revisión del Plan Director del aeropuerto incluye la construcción de una segunda pista, pero considera necesario para poder «avanzar» en la misma contar con un «amplio consenso territorial».

El representante del PP cuestionaba al Gobierno sobre si tiene previsto activar en la presente legislatura el Plan Director del Aeropuerto, que permita «un crecimiento programado con su necesaria ampliación y la construcción de la segunda pista».

En este contexto, el Gobierno defiende que en un mercado liberalizado como el del transporte aéreo el «papel principal» de un gestor aeroportuario como AENA es el de ofrecer a las compañías aéreas unas infraestructuras «eficientes y de calidad, con capacidad para atender sus demandas».

Al respecto, apunta que el Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández, «al igual que el resto de aeropuertos» de la red de AENA, dispone en la actualidad de unas infraestructuras «con capacidad suficiente y precios competitivos» que permiten «una operación eficiente para las compañías aéreas».

Así, añade que el gestor aeroportuario realiza en los aeropuertos de AENA «la planificación de las infraestructuras y las actuaciones correspondientes, de acuerdo con las necesidades operativas y la demanda de tráfico prevista, cumpliendo los niveles de calidad, seguridad y las condiciones de servicio establecidas en el marco regulatorio de aplicación».

En este punto, subraya que el Plan Director «no es un plan de inversiones», sino una herramienta de planificación «estrictamente aeroportuaria y no urbanística» que permite establecer «las directrices de desarrollo futuro de cada aeropuerto», al tiempo que sostiene que las actuaciones propuestas «no están supeditadas a un horizonte temporal concreto, sino a que se vayan alcanzando los volúmenes de tráfico que las requieran».