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Un total de cuatro personas, tres de ellas en Bilbao y una en Valencia, han sido detenidas por explotar sexualmente a una mujer y empadronar irregularmente a las trabajadoras de un club de citas de la capital vizcaína.

Según ha informado el Ministerio del Interior, las pesquisas se iniciaron como consecuencia del escrito recibido en la Brigada de Extranjería y Fronteras de Bilbao de una mujer que denunciaba haber sido víctima de explotación sexual.

Ante la gravedad de los hechos, los investigadores del Grupo I de UCRIF de Bilbao localizaron a la denunciante y le tomaron declaración. En su relato, explicó que había venido atraída por una falsa promesa de trabajo en España como limpiadora o camarera de un hombre que también se había comprometido a ayudarla a empadronarse y que, teniendo en cuenta su precaria situación económica, había aceptado.

Igualmente, contó que en un primer momento había llegado a Valencia procedente de un vuelo de Italia y que en el aeropuerto estaba esperándola este hombre, acompañado por otro que no conocía de nada, para llevarla hasta un piso de la ciudad en el que la obligaron a permanecer sin que pudiera salir de él en ningún momento durante diez días, transcurridos los cuales fue trasladada a un segundo piso en Bilbao.

Según su relato, en el alojamiento de la capital vizcaína también fue privada de libertad y obligada a permanecer durante una semana y media, encontrándose en este caso bajo la vigilancia de dos hombres distintos que asumieron su control. Durante el encierro, uno de ellos la obligó a mantener relaciones sexuales diciendo que «tenía que probar cómo trabajaba».

Tras la reclusión en este segundo piso, su captador la trasladó nuevamente hasta un local de Bilbao donde unas diez chicas más ejercían la prostitución bajo la supervisión de una mujer que asumía el rol de 'madame'. Allí, el varón le dijo que había contraído una deuda de 2.000 euros por la compra de los billetes de avión y por los gastos derivados de los alojamientos y los traslados, asumiendo en ese momento que tenía que devolverle el dinero prostituyéndose.

Asimismo, al cabo de unos días siendo prostituida, fue otra vez trasladada por su captador hasta un local de Cantabria donde permaneció 15 días más hasta que no pudo soportar más la situación y decidió denunciar lo ocurrido a la policía.

Organización criminal

Teniendo en cuenta la verosimilitud del relato y la vulnerabilidad que presentaba la mujer, los agentes le confirieron el estatus de testigo protegido. Además, tras las pesquisas oportunas, confirmaron la versión dada por la víctima y averiguaron que la organización criminal estaba compuesta por cinco integrantes: dos albaneses, entre los que se encontraba su captador, dos vizcaínos, encargados de controlar a la chica en el piso de Bilbao, y una mujer de nacionalidad paraguaya que ejercía de 'madame' en el local de la capital vizcaína.

Además, descubrieron que esta última empadronaba en su domicilio de Bilbao a las mujeres que trabajaban para la organización, encontrándose todas en situación irregular en España, lo que aprovechaban para lograr un mayor control sobre ellas por su especial situación de vulnerabilidad.

Por todo ello y tras reunir pruebas suficientes, investigadores de la Brigada de Extranjería y Fronteras de Bilbao procedieron a la detención de los dos encargados de controlar a las jóvenes en el piso de Bilbao y, simultáneamente, miembros de la Brigada de Extranjería y Fronteras de Valencia practicaron en dicha capital el arresto del captador.

Igualmente, en días posteriores se procedió en Bilbao a la detención de la encargada del local de prostitución, siendo todos puestos a disposición del Juzgado de Instrucción que investiga la causa. Cabe señalar que se continúan realizando las averiguaciones necesarias para la localización y protección de más posibles víctimas.