El futbolista Dani Alves declarará este miércoles en el tramo final del juicio en el que está acusado de...

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El futbolista Dani Alves declarará este miércoles en el tramo final del juicio en el que está acusado de presuntamente agredir sexualmente a una joven en un baño de la discoteca Sutton de Barcelona.

Será en la tercera jornada de juicio, que se reanudará en la Audiencia de Barcelona a las 15 horas, primero con las pruebas periciales y a continuación con el interrogatorio a Alves, que podrá optar por declarar o no y, si lo hace, si quiere contestar a las acusaciones o solo a su defensa.

Después, las acusaciones podrán ratificar o no sus peticiones de condena --por ahora, Fiscalía pide 9 años de cárcel y la acusación particular 12-- y tanto la fiscal como las abogadas podrán exponer sus argumentos en sus informes finales.

En la segunda jornada del juicio, el martes, declararon 12 agentes de los Mossos d'Esquadra que explicaron que se desplazaron a la discoteca una vez los trabajadores del local llamaron al 112 y aplicaron el protocolo de agresiones sexuales.

Temía que no la creyeran

Relataron que la víctima no quería denunciar los hechos porque «tenía miedo a que se hiciese público su nombre y se creía que era ella la culpable de todo lo sucedido», además de que Alves era una persona conocida y temía que no le creyeran, versión que respaldaron la prima de la víctima y una amiga que declararon este lunes y que estuvieron con la denunciante en la discoteca.

Las chicas explicaron que el acusado y sus amigos las invitaron al VIP, y que Alves mantuvo una «actitud babosa» con las tres, y hasta les tocó la zona íntima mientras bailaban.

Los agentes también han asegurado que, tras los hechos, la víctima se encontraba en shock, lloraba y «estaba sobrepasada por la situación», igual que su prima que declaró que toma antidepresivos, no trabaja y a penas sale de casa.

Otra agente ha contado al tribunal que trataron de evitar detener a Alves en el espacio público para proteger su imagen: «Citarlo en comisaría para evitar filtraciones, evitar la foto. Para intentar evitar eso, su integridad y su identidad».

Seis dicen que estaba ebrio

En la jornada del martes, hubo seis testigos que respaldaron la versión de la defensa de Alves, que intenta hacer valer como atenuante que el futbolista estaba ebrio.

En este sentido se pronunció su esposa, la modelo Joana Sanz, que dijo al tribunal que Alves llegó a casa de madrugada oliendo a alcohol y que «se chocó con el armario y una mesita, y cayó desplomado en la cama».

También el jefe de sala de la discoteca Sutton declaró que esa noche tuvo la impresión que Alves, cliente habitual, había «bebido o fumado algo», y el dueño del restaurante donde cenó declaró que lo vio salir eufórico.

Además, los amigos que pasaron la noche con él relataron que habían estado bebiendo desde la hora de la comida, que también cenaron juntos y después fueron a un bar de copas.

Uno de estos amigos de Alves, que luego fue con él a Sutton, agregó que notó «una química respetuosa, sexual pero con respeto» entre su amigo y la denunciante, a diferencia de lo que expresaron en el juicio la amiga y la prima de la denunciante, que calificaron la actitud del futbolista de babosa.