La Unió Llauradora y AVA-Asaja han advertido este lunes en sendos comunicados que casi la mitad de las interceptaciones de cítricos en la UE importados con plagas o enfermedades durante el mes de octubre venían de Sudáfrica.
De las 27 interceptaciones en frontera de octubre, 13 de ellas eran de Sudáfrica --una en limón y 12 en naranjas-- y, además, todas son de la Phyllosctita citricarpa, el hongo que provoca la temida enfermedad de la Mancha Negra de los cítricos, han apuntado las organizaciones.
«A las interceptaciones en Sudáfrica hay que añadir las dos de Zimbabue con la misma enfermedad y que este país está en el mismo acuerdo entre la UE y África Meridional», ha señalado La Unió.
A lo largo de este año ha habido un total de 131 envíos rechazados de diferentes países terceros, 56 de estos con origen en Sudáfrica, más de un 42 por ciento. Y sumando el acumulado de Zimbabue, con 11 interceptaciones y el 8,40%, «el Acuerdo que entró en vigor en octubre de 2016 contribuye a que más del 50% de las interceptaciones con plagas y enfermedades provengan de aquella zona», ha señalado.
AVA-Asaja ha incidido en que Sudáfrica ha batido su récord anual histórico, con un total de 51 detecciones en lo que va de la campaña exportadora de 2023, que aún no ha concluido. El país sudafricano había alcanzado en 2021 su número máximo de detecciones de mancha negra, cuando acumuló 43 casos y solamente Argentina superó en 2020 esta cifra (106 detecciones), lo que motivó que Bruselas cesara las
importaciones argentinas, una decisión que ha permitido desde entonces mejorar su control fitosanitario.
«La elevada detección de la enfermedad en Sudáfrica pone en evidencia los fallos en el sistema de control en origen del país africano para evitar su salida y demuestra que no existen garantías de que la fruta expedida proceda de zonas citrícolas libres de este tipo de plagas de cuarentena ni que se haya hecho un buen control postcosecha», ha criticado La Unió.
Ante esta situación y el «riesgo que entraña», La Unió ha solicitado la suspensión automática de las importaciones procedentes de aquellos países terceros, como es el caso de Sudáfrica, que no pueden garantizar la seguridad fitosanitaria de sus envíos porque si entra una plaga ya no se puede erradicar «y siempre son los mismos países los que encabezan el listado de las interceptaciones».
Por su parte, la Asociación Valenciana de Agricultores
(AVA-Asaja) ha reiterado a todos los representantes políticos de la UE con competencias en agricultura, seguridad fitosanitaria y comercio internacional que soliciten a la Comisión que «vete» la entrada de los cítricos procedentes de Sudáfrica hasta que los inspectores comunitarios comprueben que este país tercero "es capaz
de garantizar su seguridad fitosanitaria".
"barbaridad"
El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, ha insistido en calificar de "barbaridad y riesgo intolerable el número de interceptaciones de mancha negra que amontonan los cítricos sudafricanos, ya que estamos hablando de una enfermedad que provocaría pérdidas enormes a la citricultura europea si acabara
introduciéndose y propagándose en nuestro territorio".
"La Comisión está jugando con fuego y poniendo en peligro nuestro modo de vida, nuestra seguridad fitosanitaria y nuestro medioambiente por un puñado de intereses particulares. Ya está bien de mostrar una cómplice pasividad e inacción ante esta situación vergonzosa. Ya está
bien de persistir en su error que nos puede costar muy caro. Los números son tan escandalosos que todo lo que no sea cesar de manera inmediata e indefinida las importaciones de cítricos sudafricanos significará un insulto a los productores y a los ciudadanos europeos", ha sostenido.
Aguado asegura que es momento de planificar la campaña que viene.
«Además de la mancha negra, preocupa la falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta) por lo que desde AVA-Asaja pedimos que la Comisión extienda el tratamiento en frío a las mandarinas y pomelos procedentes de Sudáfrica, porque entrañan el mismo riesgo fitosanitario que las naranjas», ha afirmado.
A su juicio, «hay que adoptar las medidas necesarias para que no salga ningún cargamento citrícola de Sudáfrica sin que sea supervisado, exactamente igual que les impone Estados Unidos, por parte de un equipo que pague Sudáfrica para garantizar la seguridad fitosanitaria de cada envío. Este incumplimiento reiterado no es tolerable en una potencia democrática y seria».
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