Archivo - El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, con la Mezquita-Catedral al fondo, en una imagen de archivo. | Europa Press - EUROPA PRESS - Archivo

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El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, subraya que «el cuidado de la casa común, es decir, la ecología no debe ser propiedad de una ideología, a los que llamamos 'verdes' y que constituyen partidos políticos de izquierda radical para hacer oír su voz en los parlamentos», sino que «debe ser una preocupación de todo ser humano», de «todo cristiano, que en la casa común contempla la mano del Creador, la mano de Dios».

Así lo expone el obispo en su carta semanal que titula 'Que la justicia y la paz fluyan', Jornada Mundial de oración por el cuidado de la Creación, consultada por Europa Press, y en la que apunta que «al extenderse la secularización y el olvido de Dios en la sociedad contemporánea», ha constatado visitando las escuelas, infantiles, de Primaria y Secundaria, «la ausencia de Dios en la consideración de la naturaleza, de la ecología, de los programas de sensibilización en estos temas: el agua, la tierra, los árboles, la contemplación de las estrellas, el medioambiente, etc».

Al respecto, afirma que la Jornada Mundial de oración para el cuidado de la Creación, fijada para el 1 de septiembre de cada año y prolonga el sentido de cuidado de la creación durante todo el mes, hasta el día 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, patrono de los que cuidan de la creación, «viene precisamente a eso, a transmitir a todos, especialmente a los niños y jóvenes en edad escolar, que el mundo, los astros, las aguas, los árboles, el medioambiente no es fruto en su origen de la casualidad, sino que tiene como autor a Dios, y en este campo todos somos corresponsables en el cuidado de la casa común, asumiendo todos el compromiso de que la justicia y la paz fluyan, como fluye el agua de los manantiales».

Además, Demetrio Fernández indica que «el cuidado de la casa común es un campo para la justicia social, muchas veces quebrantada por intereses egoístas, fruto del pecado». Por eso, considera que «hemos de orar, entrar en la perspectiva creyente de la creación, que Dios ha puesto al servicio del hombre para que la cuide, la respete y la use en beneficio de todos». «Orar para que todos los habitantes del planeta, creyentes y no creyentes, colaboremos en este cuidado de la casa común, que a todos nos afecta», subraya.

En este sentido, el obispo remarca que «ha llegado el momento de que los temas ecológicos sean incorporados a la catequesis y a la predicación de la Iglesia», a lo que agrega que ha constatado en la pasada Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Lisboa «el gran interés y la alta sensibilidad de los jóvenes católicos por estos temas, que son propiedad de toda la humanidad», algo ante lo que se ha «alegrado de que sea así», de ahí que haya pedido «prestar atención en todas las parroquias, en los colegios y en toda la diócesis a este tema tan importante».