Tomás Arrieta, presidente del CRL | EUROPA PRESS EUSKADI

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El presidente del Consejo de Relaciones Laborales (CRL), Tomás Arrieta, ha afirmado que el proceso de transformación de empleo temporal en indefinido en Euskadi, por efecto de la reforma laboral, «no ha tocado techo y no se puede dar por agotado» ya que, tras el salto cualitativo de 2022, «la tendencia continúa» al haber crecido, en lo que va de 2023, tres puntos respecto al año pasado.

Arrieta ha hecho estas valoraciones, a preguntas de los medios, en la presentación del Informe sociolaboral correspondiente a 2022 y el avance para 2023 elaborado por este organismo.

En este sentido, tras subrayar que «el patrón de la contratación ha cambiado sustancialmente» con la reforma laboral, Arrieta ha apuntado que, en todo caso, los distintos tipos de contratos indefinidos rozan en Euskadi este junio el 80% (79,2%) del total. En junio de 2022, esa tasa era del 74,6% y en junio de 2019 del 67,1%.

A su entender, aún con una temporalidad del 20%, «seguimos estando por debajo de la media europea, que se sitúa en torno al 15% en la UE27, y donde solo hay un país o dos por encima del 20% de temporalidad», ha advertido.

En todo caso, ha añadido, «a la vista de los datos en lo que va de año, no se puede dar por agotado el proceso de transformación de empleo temporal en indefinido en Euskadi porque en 2023 la tendencia continúa y todavía ese proceso no ha tocado techo».

Preguntado por hasta dónde puede caer la temporalidad, Arrieta, sin dar porcentajes, ha dicho que quiere pensar que «se irá procesando y, poco a poco, nos homologaremos definitivamente a las tasas europeas» algo, a su entender, necesario para avanzar hacia un mercado laboral con mayor estabilidad que es un elemento básico y uno de los factores y de los rasgos clave de un modelo económico eficiente".

En todo caso, ha añadido, Arrieta ha dicho ser consciente de que «estamos todavía en ese proceso y lo razonable es que el mercado siga descendiendo la temporalidad pero no sé hasta cuándo ni dónde».

Descenso conflictividad laboral

El informe constata, en materia de conflictividad laboral, que dicho apartado «repuntó» en Euskadi 2022 en todos sus parámetros, tanto en número de trabajadores participantes, jornadas laborales pérdidas y número de huelgas realizadas. Sin embargo, esa tendencia ha dado la vuelta en lo que va de 2023, algo que, ha reconocido, «le ha sorprendido».

Salvo el número de huelgas, que ha aumentado «ligeramente», han descendido en Euskadi tanto el número de trabajadores participantes como el de jornadas laborales no trabajadas; hasta marzo, de 9.078 a 5.584 los participantes y de 44.100 a 26.284 las jornadas no trabajadas.

Para Arrieta, en ese cambio de tendencia han influido tres factores principales que influyeron mucho en 2022, la inflación, el contexto económico de incertidumbre y la falta de fórmulas para conciliar los intereses de los agentes para afrontar los efectos de esos factores.

Por ello, el presidente del CRL ha dicho que en 2023 se está logrando la contención de la inflación, que en 2022 era una amenaza importante para la estabilidad económica y la negociación colectiva, y que, sin embargo, este año «ha funcionado como un incentivador de los procesos de negociación».

También cree que el contexto económico de mucha incertidumbre de 2022, aunque no definitivamente despejado, sí ha permitido descartar la desaceleración porque «se sigue creciendo y como la situación económica está tirando, es más fácil llegar a acuerdos».

Por último, Arrieta ha apuntado a que empresas y trabajadores «han encontrado caminos y fórmulas para resolver, dentro de la negociación, formas de alargar o extender periodos de vigencia para controlar el efecto inflacionista», lo que ha calificado de «buena decisión» porque se ha logrado «integrar el efecto de la inflación acumulada para garantizar el poder adquisitivo».

En este sentido, y respecto a ese aumento de convenios firmados en lo que va de 2023, Arrieta ha dicho estar «gratamente sorprendido porque en 2022 la perspectiva no era optimista».

En cuanto a las causas de ello, ha dicho que el fenómeno tiene «una explicación lógica» y es que «la realidad económica está mejorando las predicciones que se manejaban hace un año, cuando se preveía que iba a lastrar los procesos de negociación».

A su entender, «es fácil de entender» que resulta «evidente que hay una conexión entre cómo evolucionan la conflictividad y los procesos de negociación de convenios porque hay una relación causa-efecto que, si no la única, es, sin duda, una de las causas de cómo la conflictividad se está corrigiendo claramente tras el primer trimestre en Euskadi».

Informe 2023

En cuanto al contenido del informe, el CRL ha constatado que en lo que va de 2023 la negociación colectiva ha mantenido «un dinamismo desconocido en la última década», al lograrse que un 25% de la población trabajadora haya renovado sus convenios colectivos. La población con convenios decaídos ha descendido al 6,3%, frente al 7,2% con que se cerró 2022.

Como consecuencia de ello, antes de concluir el primer semestre, más de la mitad de los trabajadores en Euskadi, cerca del 52%, tenía sus convenios actualizados, «el porcentaje más alto desde la entrada en vigor de la reforma laboral de 2012», ha destacado Arrieta en la presentación del informe «Situación Económica y Relaciones Laborales en la CAPV 2022».

Tal y como ha subrayado Tomás Arrieta, el CRL comparte las previsiones que apuntan a una estimación de crecimiento para 2023 del PIB vasco del 1,6%, pese a la «persistencia de algunas incertidumbres».

Por su parte, el empleo seguirá este año aumentando "en términos cuantitativos y mejorando en términos cualitativos. En este sentido, el CRL valora que la cifra de afiliados a la Seguridad Social en Euskadi haya superado en junio el millón de cotizantes y que la tasa de paro fuera ya en el primer trimestre de 2023 del 8,7%, y el paro registrado en junio cayera hasta las 105.379 personas.

El incremento salarial medio en los convenios registrados en 2023 en la comunidad autónoma es del 4,64%, con un 4,89% en los negociados en el País Vasco y del 3,82% en los de ámbito estatal con incidencia en la comunidad autónoma.

Balance 2022

El informe del CRL analiza la evolución de la situación sociolaboral vasca durante 2022. En un año marcado por el incremento «acelerado» de la inflación, la economía vasca creció un 4,4%, se redujo la tasa de paro, aumentó el nivel de empleo y se registró una «importante» caída en la tasa de temporalidad, que en el cuarto trimestre se situó en el 22,9%, ocho puntos menos que en 2019 (31,0%).

El número de contratos suscritos por persona y año descendió hasta situarse en 2,59, frente a los 3,11 contratos por persona de 2019, mientras que el incremento salarial medio pactado en los convenios vigentes fue del 4,08%: del 4,80% para los convenios negociados en la CAPV y del 2,89% en los convenios de ámbito estatal con incidencia en Euskadi.

El 58,4% de trabajadores tenía establecido en sus convenios una subida fija para 2022. La negociación colectiva en Euskadi incide sobre 604.411 personas, 55,8% hombres y el 44,2%, mujeres.

Como consecuencia, sobre todo, de la recuperación de convenios sectoriales decaídos, en los últimos años la negociación sectorial está ganando peso frente a la de empresa. En 2022 se registraron únicamente 35 nuevos convenios de empresa, el segundo año con menos convenios de empresa nuevos desde 2012.

Al cierre de 2022, el número de afectados por expedientes de ERE disminuyó sustancialmente, hasta las 19.772 personas. El 97,8% del total eran afectados por ERE temporal y el resto, el 2,2%, se vio afectado por expedientes de extinción de su relación laboral.