Las tradicionales Rosquillas de San Isidro se mezclan con nuevas apuestas con motivo del Año Jubilar

En declaraciones a Europa Press Televisión, Ricardo Lence, director de negocio de Viena Capellanes, ha relatado como «la rosquilla de San Isidro es un dulce tradicional madrileño que se hace con una masa muy sencilla que lleva harina floja, azúcar, nieve, huevo y aceite de oliva» y dependiendo del tipo «cambia el acabado».

Para su elaboración, «una vez que está la masa hecha, con una manga pastelera se da la forma a la rosquilla sobre la bandeja donde se mete al horno durante cinco minutos a una temperatura más fuerte para que coja volumen y luego durante aproximadamente 25 minutos a una temperatura un poco más ligera. Después, una vez que ya está cocida, se le aplican los procesos pertinentes de para cada tipo».

Este año con motivo del centenario del patrón de Madrid, los artesanos sacan una idea propia sobre la base de las rosquillas. Ricardo ha señalado que ellos lo que han hecho «ha sido una rosquilla que es parecida a Santa Clara, pero el merengue tiene un poco de toque de violeta y con pequeños trocitos de caramelos de violeta para darle un sabor muy madrileño».

De cara a la campaña han hecho una estimación de que este año podrán fabricar unas 120.000 rosquillas aproximadamente. «Se trata de una campaña corta pero intensa y muy madrileña» ha afirmado. La inflación en los alimentos ha comentado como la están «notando muchísimo en todas las materias primas, en el peso o el precio de los de los suministros. Está todo disparatado y desgraciadamente es un proceso que está presionando mucho sobre el coste de la producción» y ha puntualizado que repercutirá un poco sobres los clientes.