Un joven de 22 años interno en la prisión de Valdemoro ha agredido a dos funcionarios ayer domingo cuando intentaron evitar que se pegara con otro preso, según ha indicado el sindicato Acaip-UGT y han confirmado a Europa Press fuentes de Instituciones Penitenciarias.
Los hechos tuvieron lugar a las 9 horas en el módulo 9, el más conflictivo de la prisión. Los funcionarios de servicio vieron un tumulto de presos que se dirigían al servicio. Acudieron inmediatamente impidiendo que los presos se pegaran entre ellos, fruto de una discusión por un paquete de galletas.
Sin embargo, uno de los reos comenzó a insultar y amenazar a los trabajadores, terminando lanzando patadas y puñetazos contra ellos. Como resultado un empleado público terminó con un golpe muy fuerte en un hombro y el otro con un corte en una mano. Según el sindicato, el interno se había fabricado con un bolígrafo, un arma punzante y cortante, con la que lesionó al funcionario.
Desde Instituciones Penitenciarias han indicado a Europa press que el agresor empezó a insultar y a amenazar a varios trabajadoes y cuando iba a ser trasladado agredió a uno de ellos golpeándole contra el cristal y a otro dándole puñetazos y patadas. El preso violento fue llevado a aislamiento, mientras que los funcionarios siguen prestando sus servicios.
Sin embargo, según el comunicado de Acaip, uno de ellos no ha podido más y por la tarde tuvo que acudir a un centro hospitalario, donde le diagnosticaron rotura fibrilar y contusión en la zona del hombro. Dada la violencia demostrada por el agresor, varios internos del departamento tuvieron que ayudar a los funcionarios de prisiones.
El sindicato se queja de «la falta de medios coercitivos en el departamento para afrontar estas situaciones, lo que hizo necesario reducir al interno en varias ocasiones, haciendo más penoso el trabajo que desarrollan los trabajadores de prisiones en el interior de las cárceles».
Quejas sobre el módulo 9
Acaip ha aprovechado la agresión para denunciar que el módulo 9 de la cárcel de Valdemoro «es un cajón de sastre donde se incumplen sistemáticamente los principios recogidos en la Ley Orgánica General Penitenciaria, de clasificación e individualización científica inspiradores del tratamiento penitenciario».
«De tal forma que se mezclan jóvenes con mayores, internos primarios con reincidentes, internos con delitos graves con internos con delitos menos graves o leves, internos sanos con enfermos mentales, etcétera. El módulo 9 es el módulo del que se fugó 'El piojo' y su hermano», recuerdan.
El sindicato reivindica el reconocimiento de agentes de autoridad a los funcionarios de prisiones, el reconocimiento de todas las agresiones, así como la atención sanitaria de los enfermos mentales en prisión, medidas que ven necesarias para reducir el número de agresiones a los trabajadores de prisiones.
Igualmente consideran necesaria una mayor implicación de los órganos de dirección e inspección de Instituciones Penitenciarias en el día a día de los centros penitenciarios, así como una mayor atención a los informes que diariamente emiten los trabajadores «y que uno tras otro caen en saco roto».
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