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Hosteleros de la plaza del Cedro, en València, han solicitado formalmente al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 7 de Valencia personarse en el procedimiento judicial que exige al Ayuntamiento la declaración de la Zona Acústica Saturada (ZAS) en Ciudad Jardín.

Según ha explicado la Asociación de Hostelería y Ocio Cedro (ADHOC), las pymes de la zona alegan indefensión jurídica y reclaman formar parte del contencioso como afectados directos, ya que aseguran que la sentencia dictada por este mismo juzgado, contra la que cabe recurso y no es firme, «repercute en sus negocios y familias, abocándoles al cierre y a tener que despedir personal».

Además, el sector asegura que «en ningún momento se le ha comunicado por los cauces oportunos del inicio del procedimiento judicial y de las medidas que pudieran adoptarse».

Por ello, las empreasas insisten en que «se han visto en la necesidad de iniciar este trámite y garantizar así el derecho de defensa de las pymes del ocio y la hostelería de la zona comprendida por las calles Justo y Pastor, Manuel Candela, Blasco Ibáñez y Músico Ginés».

La Asociación de Hostelería y Ocio Cedro, integrada en la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia, ha lamentado que el Ayuntamiento no haya recurrido la sentencia y «desaproveche la ocasión de anunciar la puesta en marcha de un verdadero plan de lucha contra el ruido en la zona con todos los medios económicos y materiales necesarios, sin tener que recurrir a medidas tan drásticas como es la declaración de una zona acústicamente saturada».

La patronal ha expuesto que esta zona residencial universitaria «se vio afectada por las molestias y ruidos del botellón mientras la hostelería estuvo cerrada y sometida a restricciones durante los toques de queda». Un problema, insiste, «al que no se le puso solución y acabó señalando a la hostelería como la culpable de todos los males sin justificación».

La asociación ha remarcado cómo «las ZAS de Xúquer, Woody, Juan Llorens y El Carmen han tenido consecuencias demoledoras para el sector y los barrios en sí y, además, no han resuelto el problema del ruido en la ciudad, desde que se declaró la primera hace 20 años». Por ello, piden alternativas a las ZAS.