El director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Ibercaja, Enrique Barbero, el del Área Financiera, Antonio Martínez, y el jefe de Análisis Económico y Financiero, Santiago Martínez, presentan el número 78 de la Revista Economía Aragonesa. | Europa Press - EUROPA PRESS

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Ibercaja ha revisado su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para 2023, que mejora al pasar en Aragón del 0,1 al 0,9 por ciento y en España del 0,4 al 1,2 por ciento, ante la menor repercusión de la crisis energética en Europa, que ha supuesto que no se hayan alcanzando los escenarios más negativos vaticinados.

Así lo han dado a conocer, en rueda de prensa, el director del Área Financiera de Ibercaja, Antonio Martínez, y el jefe de Análisis Económico y Financiero de Ibercaja, Santiago Martínez, que han presentado el número 78 de la Revista Economía Aragonesa, junto con el director de Comunicación y Relaciones Institucionales de la entidad, Enrique Barbero.

Santiago Martínez ha dicho que 2022 ha sido «un año menos negativo» de lo estimado porque «se ha evitado, en invierno, el Apocalipsis de la crisis energética», que no ha derivado en cierre de empresas, ni pérdida de empleo.

De hecho, la entidad mejora la previsión del mercado de trabajo en Aragón ya que si esperaban una tasa de paro de más del 10 por ciento, ahora se considera que se va a mantener estable en el 9,4 por ciento, frente a una tasa de paro española del 13,3 por ciento.

El jefe de Análisis Económico y Financiero de Ibercaja ha comentado que este estancamiento va a tener lugar después de un crecimiento en el primer trimestre de 2023 más positivo de lo esperado --tras un parón en el segundo semestre de 2022-- y puesto que el crecimiento de los salarios no propiciará nuevas contrataciones, pero tampoco habrá despidos «ya que no hay ninguna industria muy dañada que vaya a repercutir negativamente en la economía».

«En conjunto, las previsiones son algo mejores, pero con dudas y con incertidumbre», ha constatado este especialista, con crecimientos son «débiles en comparación con la potencia que teníamos a medio plazo antes de la pandemia» y, por eso, para el 2024 se estima que el aumento del PIB se moderará al 1,1 por ciento sobre el previsto 2,6 en Aragón y al 1,5 en España respecto al 2,8 planteado hace unos meses, teniendo en cuenta que se mantiene la tensión inflacionista y la subida de los tipos de interés.

Economía resiliente

El director del Área Financiera de Ibercaja, Antonio Martínez, ha manifestado que la economía europea y española han sido «más resilientes a corto plazo de lo esperado», tras no alcanzarse los escenarios «más severos» de crisis energética, algo a lo que ha ayudado que el alza de precios no se haya producido más allá del verano pasado, a lo que ha contribuido que haya habido un clima «templado y una reducción de demanda».

Las empresas han defendido bien sus márgenes, «y por eso no ha habido destrucción de empleo, ni siquiera en industrias muy consumidoras de electricidad y gas», ha expuesto.

Antonio Martínez ha apuntado que la energía ya no contribuye a la inflación, si bien la subyacente --aquella que no incluye los alimentos no elaborados, ni los productos energéticos-- «todavía está marcando máximos en Europa y no hemos visto el punto de inflexión».

Ha añadido que la subida salaria es positiva a corto plazo, «pero hace más difícil el control de la inflación» y la semana que viene están convocadas reuniones del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal de Estados Unidos y «aún subirán algo los tipos de interés».

Según el director del Área Financiera de Ibercaja, la estimación es que la inflación siga reconduciéndose, pero «de manera más lenta que lo previsto hace unos meses», tanto la general --que lo hará más rápido--, como la subyacente, para la que en 2024 se estima que estará entre el 2 o 2,5 por ciento, «nivel que se considera normalizado», fruto de la «sobreactuación de los bancos centrales».

Economía endeudada

Antonio Martínez ha advertido de que la subida de tipos de interés, que ha sido «inédita» por la magnitud que ha tenido en un espacio corto de tiempo, va a afectar a una economía europea y española «que están muy endeudadas», tanto a familias, como a empresas, igual que al sector público.

El director del Área Financiera ha aclarado que esto «va a lastrar el crecimiento económico en los próximos trimestres», pero «no lo hundirá», de forma que habrá un crecimiento «moderado, pero positivo».

Por su parte, Santiago Martínez ha especificado que la subida de tipos va a beneficiar a los ahorradores, que en estos últimos años no habían podido invertir «sin riesgo» y ahora lo van poder hacer «con riesgos muy moderados».

Respecto a los hogares con hipotecas, que se van a ver perjudicados por tipos mayores, ha aclarado que en España representan el 28 por ciento del total, y, además, «hay más hipotecas de tipo fijo o mixtas que de tipo variable».

En este punto, el director del Área Financiera de Ibercaja ha indicado que la morosidad están «en niveles mínimos» tras la reducción que se ha producido en los últimos 15 años, si bien «es de esperar que haya cierto repunte en hogares y empresas, que hasta la fecha no se ha observado y que debiera ser moderado» por lo que desde la entidad no están muy preocupados.

Empresas

Santiago Martínez ha expuesto que las empresas, aunque tienen una situación «saneada», van a afrontar años «complicados» porque la subida de tipos va a derivar en mayores costes financieros y también habrá mayores costes laborales por la subida salarial y esto dificultará mantener los márgenes de beneficio.

En este sentido, ha abogado por mejorar la productividad aumentando la inversión, después de que en 2022 no se haya tomado este camino «para salvar las cuenta», pero «no es la solución a largo plazo». También ha puesto sobre la mesa la falta de adecuación entre la oferta de trabajadores y las necesidades de las empresas. «Falta de talento y esto es un factor de riesgo» que ya no ocurre en sectores puntuales, sino en el conjunto de la economía, ha sentenciado.

Sobre el sector público, Santiago Martínez ha dicho que tras dos crisis consecutivas «tiene un nivel de deuda pública muy superior a hace 15 años», pasando a representar del 40 al 115 por ciento del PIB.

El director del Área Financiera de Ibercaja ha apostillado que, por ahora, no se ha apreciado un efecto multiplicador que se había asignado a los fondos europeos de recuperación, que se están utilizando para financiar proyectos «que se iban a hacer igual», de manera que están teniendo un «efecto de sustitución» y no van a implicar una mejora en el crecimiento.

Monográficos

El número 78 de la revista Economía Aragonesa incluye tres artículos monográficos dedicados al impacto de la subida de los tipos de interés en la financiación empresarial, al déficit de talento en el mercado de trabajo y al sector audiovisual en Aragón.

El primero, titulado 'Qué supone el nuevo entorno monetario para la financiación empresarial en España', está firmado por el profesor de Finanzas en el Instituto de Bolsas y Mercados, Javier Santacruz; y el segundo 'Pérdida de empleo, déficit de talento y menor temporalidad: el mercado de trabajo en Aragón en 2022' corre a cargo del director de Randstad Research, Valentí Bote.

El tercero, 'El sector audiovisual aragonés en auge: impacto económico, retos y perspectivas de futuro', lleva la rúbrica de la presidenta del Clúster Audiovisual de Aragón, Adriana Oliveros.

En la sección 'Punto de Mira de la Economía Aragonesa', el periodista especializado en información económica, Alberto Sánchez, realiza un análisis de los últimos acontecimientos en su artículo 'Economía rompeprevisiones' y en la sección 'Visión Empresarial' se incluye una entrevista al consejero delegado de Carreras Grupo Logístico, Fernando Carreras, como caso de éxito. La revista también cuenta con un separador con los datos más relevantes del compromiso de Ibercaja con la sostenibilidad y la acción social.