La candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid, Reyes Maroto, interviene durante la presentación del plan de transformación urbana 'Madrid Próximo', en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, a 14 de abril de 2023, en Madrid (España). | Gabriel Luengas - Europa Press

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La candidata del PSOE a la Alcaldía de Madrid, Reyes Maroto, ha asegurado que sería «un error» que no se aplicase la Ley de Vivienda estatal en Madrid y ha celebrado que se haya desbloqueado su aprobación tras más de un año de bloqueo.

«Felicito a los grupos parlamentarios y espero que se apruebe con una amplia mayoría», ha indicado durante la presentación de 'Madrid Próximo', su apuesta de transformación urbana para la capital.

El acuerdo alcanzado con Esquerra Republicana Per Catalunya (ERC) y EH Bildu implica entre otras cosas limitar la subida de los alquileres al 2% en 2023 y al 3% en 2024, así como rebajar el concepto de gran tenedor de diez a cinco viviendas.

Se trata de una de las normativas clave de la legislatura que negociaron PSOE y Unidas Podemos, que han logrado acercar posturas con estas fuerzas del bloque de investidura en las últimas fechas, con un anuncio de pacto que llega en vísperas de las elecciones del 28M.

Maroto ha destacado que se trata de la primera ley estatal sobre esta materia en democracia y ha incidido en lo «necesaria» que es ya que la vivienda es hoy «el principal problema de las familias y jóvenes en Madrid».

«Como candidata no puedo estas más contenta de que salga a la luz y estoy en frente de cualquiera que niegue que sea necesaria», ha zanjado la exministra de Industria, Comercio y Turismo.

La normativa fue uno de los compromisos que alcanzaron los socios de coalición en los Presupuestos Generales del Estado para 2021, pero motivó también una intensa negociación donde PSOE y Unidas Podemos tuvieron que limar diferencias hasta que se aprobó en el Consejo de Ministros.

Desbloqueo tras más de un año en el congreso

De esta forma, llegó al Congreso en febrero de 2022 y, tras superar el debate de totalidad en marzo del año pasado, tardó dos meses en que se diera vía libre a la presentación de enmiendas parciales, y todo pese a que los dos socios del Gobierno pidieron que se tramitara de urgencia.

En ese trámite de enmiendas volvieron a surgir divergencias dado que Unidas Podemos presentó enmiendas parciales al texto, bajo el argumento que sin incorporar más avances la norma no sería aceptada por ERC y Bildu, cuyo voto es clave para conseguir que culmine la tramitación parlamentaria. Mientras, el PSOE afeó que salieran del marco que se había consensuado en el seno del Ejecutivo, pero también trazó contactos con las dos fuerzas independentistas.