Un estudio de la ACPUA revela que aumenta la inserción laboral de los titulados universitarios aragoneses

El actual ha sido elaborado mediante encuestas telefónicas a alumnos que finalizaron su titulación universitaria en el curso 2016-2017, y las llamadas se realizaron entre marzo y mayo de 2022, a los cuatro años de haber finalizado sus estudios, mientras que el anterior corresponde a egresados en el curso 2013-2014 y la encuesta tuvo lugar en 2018.

Si se comparan el primero y segundo informe, se observa que el 88,1% de los egresados universitarios del curso 2016-2017 trabajaba cuando fue encuestado, frente al 84,5% que lo hacía en el estudio anterior. Además, ha disminuido el porcentaje de graduados que buscan empleo en dos puntos porcentuales y los inactivos en 1,6 puntos. En concreto, el 4,9% estaba parado en 2022, frente al 6,9 en 2018 y el 7% inactivo, sobre el 8,6 del estudio anterior.

Otros datos que arroja el informe es que más de la mitad de quienes están trabajando lo hace con un contrato indefinido, y casi nueve de cada diez dicen estar bastante o muy satisfechos con el empleo que desarrollan, once puntos más que en el informe anterior, ya que se adapta a su nivel de estudios y a la formación específica del grado que cursaron.

El estudio ha sido presentado este martes por la consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del Gobierno de Aragón, Maru Díaz; el presidente del Consejo Social de la Universidad de Zaragoza, Aurelio López de Hita; los rectores de las dos universidades aragonesas, José Antonio Mayoral, de la de Zaragoza, y Berta Saéz, de la San Jorge; y la técnica coordinadora del estudio impulsado por la ACPUA, Diana Monaj.

La encuesta se llevó a cabo del 31 de marzo al 27 de mayo de 2022 y a ella respondieron 1.309 alumnos, de ellos 1.182 de la Universidad de Zaragoza y 127 de la Universidad San Jorge, con un nivel de confianza del 95 por ciento.

Mejor que la media

La consejera Díaz ha manifestado que el informe muestra datos muy positivos sobre el sistema universitario aragonés y sobre su alta empleabilidad. «La tasa de inserción laboral se ha incrementado tres puntos» sobre el informe anterior y Aragón cuenta con una de las menores tasas de paro entre los titulados universitarios, casi tres puntos inferior a la media española".

Esto, ha dicho, «significa que estudiar sí permite tener un empleo y garantizar estabilidad en la vida laboral». Además, siete de cada diez titulados se han quedado a trabajar en Aragón lo que refleja «que tenemos capacidad de retener talento de los jóvenes que se forman en nuestra tierra». Del resto, el 3,3% se va al extranjero y de los que se marchan a otras zonas de España, lo hacen mayoritariamente a Madrid --el 25,6%--.

Díaz ha apuntado que han mejorado sustancialmente las condiciones laborales. El 52% de los egresados disfrutan de un contrato indefinido, frente al 37% que reveló el estudio anterior, y el 84% trabaja a tiempo completo, cuando en 2018, solo lo hacía el 68%.

«La educación superior, aparte de formar una ciudadanía crítica, abre mayores posibilidades laborales y cumple con una función social de ascensor social que hemos de seguir potenciando. Es ese papel igualador de la enseñanza universitaria la que nos conmina a seguir reforzando las políticas públicas de becas y bajada de tasas para garantizar la igualdad de acceso a nuestras universidades de todos los jóvenes y una mayor justicia social», ha argumentado la consejera.

Satisfacción

El informe expone que ha crecido en más de once puntos la satisfacción de los titulados con el trabajo que desempeñan y el 86,7% dice estar bastante o muy satisfecho, aunque si se pregunta en concreto por la retribución, esta cifra baja al 56,5. Destacan también los altos niveles de adecuación del trabajo a la formación universitaria cursada ya que hasta el 87,2% dice desarrollar un empleo acorde a su titulación.

Por áreas de conocimiento, son los titulados en los ámbitos de Ingeniería, Industria y Construcción los que presentan mejores indicadores objetivos de inserción laboral, tanto en lo que se refiere a tasa de empleo, estabilidad y nivel salarial. El sueldo medio neto mensual es de 1.610 euros, aunque con diferencias notables por ramas: en ingeniería e industria es casi 250 euros mayor y hasta 325 euros menos en Artes y Humanidades.

Se constata la diferencia entre hombres y mujeres, tanto en estabilidad laboral, con 15 puntos a favor de estos primeros, como en salarios. Solo un 13% de las egresadas encuestadas cobra un sueldo superior a los 2.000 euros frente a un 32,6% de los hombres.

El estudio refleja cómo ha cambiado en los últimos años la trayectoria tras la graduación. Son muchos los que retrasan el acceso al mercado laboral ya que nueve de cada diez siguieron estudiando al acabar, y transitan directamente desde el grado al máster. De hecho, los estudiantes de máster representan ya casi una cuarta parte del total de titulados universitarios.

Por otra parte, el 70% de los titulados confirman que volverían a cursar el mismo grado y nueve de cada diez estudiantes elegirían la misma universidad y la recomendarían a su entorno.

Otros datos

La técnica coordinadora del estudio impulsado por la ACPUA, Diana Monaj, ha precisado algunos datos, como que del 7% que dice estar inactivo, el 20,9 por ciento estudia una oposición, el 8,4 realiza otros estudios --de estos casi la mitad un doctorado-- y el 1,4 está al cuidado de familiares.

Además, ha aumentado en diez puntos las personas que trabajan en el sector público sobre el anterior estudio, especialmente en los sectores de sanidad, servicios sociales y educación. En concreto, el 36,3% lo hace en el sector público, el 61,9 por ciento lo hace para el sector privado y el 1,8% en ambos.

Más de la mitad de las personas egresadas trabaja en empresas de más de 250 trabajadores, dato bastante superior al de la cohorte anterior (39,8%), el 29,3% lo hace en pequeñas y micropymes --menos de 50 trabajadores-- y el 14,1% en medianas empresas --entre 50 y 250 trabajadores--. Hay un 6,6 por ciento de autónomos.

Acabar con los mitos

El rector de la UZ, José Antonio Mayoral, ha afirmado que este estudio acaba con «mitos», como la baja inserción laboral en relación con los estudios universitarios realizados, la falta de actualización del sistema universitario o la fuga del talento.

Ha resaltado el papel que están adquiriendo los máster como herramienta de empleabilidad y ha abogado por trabajar desde antes de la universidad contra la brecha de género salarial, que está asociada con el tipo de titulación que eligen hombres y mujeres.

La rectora de la Universidad San Jorge, Berta Saéz, ha considerado que este tipo de estudios ayudan a una mejor ordenación y gestión del sistema universitario, ha resaltado que Aragón «tiene talento joven» y ha abogado por incidir en la inserción laboral vinculada la emprendimiento y a la formación continua.

También ha esgrimido que el sistema universitario ha de formar a personas íntegras, que puedan disfrutar una vida personal y laboral plena, con capacidad para el cambio, el compromiso social, el trabajo en equipo y que sepan innovar y crear.

El presidente del Consejo Social de la Universidad de Zaragoza, Aurelio López de Hita, ha dicho que el sistema «cumple muy bien sus objetivos», aunque siempre se requiera de mejoras, y los miles de egresados se están incardinando «perfectamente» en el tejido empresarial aragonés.