Ramiro González, Pilar García de Salazar, Manoli Igartua y Agustín Sáenz visitan la primera bioimpresora 3D de Euskadi para la industria farmacéutica | NURIA GONZÁLEZ

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El grupo de investigación NanoBioCel de la Universidad el País Vasco y el centro de investigación y desarrollo tecnológico Tecnalia han puesto en marcha en el Campus de la UPV/EHU en Álava, con el apoyo económico de la Diputación alavesa, la primera bioimpresora 3D de Euskadi para la industria farmacéutica, que se inserta en un proyecto pionero, APD-Advance Pharma Development, que va a permitir el desarrollo de terapias personalizadas en el ámbito pediátrico, en el envejecimiento saludable y en el campo de la medicina regenerativa e ingeniería de tejidos.

El diputado general de Álava, Ramiro González, la teniente diputado general de Álava y diputada foral de Desarrollo Económico y Equilibrio Territorial, Pilar García de Salazar, la vicerrectora del Campus de Álava, Manoli Igartua, y el director de Estrategia, Mercado y Tecnología de Tecnalia, Agustín Sáenz, han visitado este viernes las instalaciones y las nuevas tecnologías.

En su visita, han estado acompañados por los responsables operativos del proyecto, el doctor Jose Luis Pedraz, investigador principal del grupo Nanobiocel de la Facultad de Farmacia de la Universidad del País Vasco, y la doctora Eider Larrarte, directora de Pharma Labs en Tecnalia.

Según han explicado sus responsables, la primera bioimpresora 3D de altas prestaciones multifuncional de Euskadi ha creado ya sus primeros medicamentos y prototipos biológicos. Esta bioimpresora va a permitir el desarrollo de terapias personalizadas, sobre todo en el ámbito pediátrico, en el envejecimiento saludable y en la medicina regenerativa e ingeniería de tejidos, para poder dar servicio a la industria farmacéutica y al sector sanitario.

La bioimpresora permitirá obtener estructuras tridimensionales de órganos y tejidos y formas farmacéuticas realizadas mediante tecnologías de fabricación aditiva. Gracias a la presencia de cabezales de impresión de extrusión, chorro de tinta y termofusión, la biompresora es capaz de fabricar estructuras 3D complejas, compuestas por cualquier combinación arbitraria de materiales biológicos y células.

Además, con la incorporación de técnicas de electrohilado y electroescritura, se ha adentrado en la regeneración de tejidos y la fabricación de biodispositivos sanitarios avanzados. A lo largo del presente año, a su vez se adquirirán nuevos componentes basados en tecnologías microfluidicas para ampliar el campo de aplicación de la bioimpresora a la resolución de nuevos retos biomédicos.

Según han destacado los impulsores de este proyecto, la impresión 3D abre una vía a la medicina personalizada para situaciones especiales y pequeños grupos de pacientes que no pueden ser tratados con las formas farmacéuticas clásicas y comercializadas. Tal es el caso de la población pediátrica, en la que se necesita una dosificación específica dependiendo del peso y la patología y que la impresión 3D puede resolver.

Otro grupo de interés, han apuntado, son los pacientes que deben ingerir diferentes fármacos de forma crónica y la impresión 3D puede unificar esas dosis en un único comprimido. En el ámbito de la ingeniería de tejidos y medicina regenerativa se está trabajando en el diseño de cartílago, hueso, piel y tendón a través de diversos proyectos.

Durante este año y 2024, los investigadores se centrarán en la fase experimental y evolución del software e inteligencia de la máquina, con el objetivo de que hospitales y unidades de farmacia puedan contar con bioimpresoras para la fabricación de imprimidos y bioestructuras.

Este proyecto, han destacado los responsables del centro tecnológico,
responde a la apuesta de Tecnalia por ofrecer a la industria farmacéutica «un apoyo integral en la I+D de medicamentos y desarrollando tecnologías para los procesos de impresión 3D de medicamentos en medicina personalizada».

En el caso de la UPV/EHU, han indicado sus responsables, el desarrollo de este proyecto permitirá incorporar nuevos investigadores al grupo de investigación Nanobiocel a través de la iniciativa Ikerbasque, así como dotarse de infraestructuras científicas que le permitirán desarrollar proyectos biomédicos avanzados.

Impulso a la industria farmacéutica en euskadi

El grupo de investigación NanoBioCel de la Universidad del País Vasco, que también pertenece al Ciber BBN y a la infraestructura científico técnico singular Nanbiosis, y Tecnalia llevan recorrido un camino en colaboración durante las tres últimas décadas que dio como fruto el proyecto BPL-Basque Pharma Labs 4.0, poniendo a Álava como referente en ese campo, ha destacado Tecnalia.

El apoyo de la Diputación Foral a ese proyecto propició la puesta en marcha en el año 2018 de nuevas instalaciones en el Parque Tecnológico de Álava, «las más avanzadas a nivel estatal», y el crecimiento de un equipo, «altamente cualificado», que ha pasado de 25 a 60 personas.

Ambos proyectos, APD y BPL, contribuyen a impulsar la generación de un Nodo Farmacéutico de «primer nivel» en el Territorio, y están alineados tanto con el despliegue de la estrategia de especialización inteligente RIS3 Euskadi como con la transición socio/sanitaria impulsada desde Europa, han remarcado desde el centro tecnológico.

Por eso, la Diputación Foral de Álava lo ha incluido entre los proyectos que impulsa en esta estrategia, concretamente en el apartado de la Biociencias, sumándose a los que ya apoya en el ámbito de la Fabricación Avanzada y la Energía.