Montero: "Jamás" se puso "precio" a servicios de atención primaria con anteriores gobiernos en Andalucía

En una rueda de prensa en el Ayuntamiento de Granada, a preguntas de los periodistas, la ministra se ha pronunciado en estos términos después de la publicación, este pasado jueves, en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), de la orden que tiene por objeto la tarifación de los convenios y conciertos que suscriba el Servicio Andaluz de Salud (SAS) con entidades, tanto públicas como privadas, para la prestación de la atención sanitaria.

Según Montero, la «hoja de ruta» de la Junta pasa actualmente por «ir progresivamente privatizando la sanidad o dejando en manos de empresas privadas instalaciones públicas como el Hospital Militar de Sevilla». En este contexto, «hay que estar atentos porque la joya de la corona» en Andalucía es, ha proseguido, la «sanidad pública», y es como si en el San Cecilio de Granada «se pone una planta en manos de una clínica privada» para poder prestar servicios a los pacientes.

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No se trata solo de que «se manden pacientes a la privada», que, según ha indicado Montero, es algo que «viene haciendo Moreno Bonilla desde el primer día a un ritmo infinitamente superior» al que «simplemente» permitiera «aliviar» las listas de espera, sino que también se «hace realidad», a su parecer, «la sospecha que habíamos venido denunciando durante todo el periodo anterior» de que el PP «tiene en su hoja de ruta la privatización de la Atención Primaria».

«Es la primera vez en la historia» del Estatuto de Autonomía que una orden «permite ponerle precio a que haya servicios privados» en las instalaciones públicas de la sanidad, ha afirmado la titular de Hacienda.

Ha hecho hincapié en que es «absolutamente falso si alguien pretende decir que antes de esta publicación de la orden algún gobierno» del PSOE «había tenido ni siquiera el intento o la voluntad de plantear que dentro de las instalaciones del servicio público sanitario pudiera haber una privatización de la Atención Primaria, y quien diga lo contrario, miente».