El conseller de Derechos Sociales de la Generalitat, Carles Campuzano, ha reconocido que los 3.520,5 millones de euros de los Presupuestos para 2023 en materia social son «insuficientes ante la magnitud de los problemas» actuales, aunque ha asegurado que son unas buenas cuentas.
Lo ha dicho en comisión parlamentaria este martes en la que ha presentado los presupuestos del departamento, que cree que serán «terriblemente útiles» para hacer frente al contexto económico y social marcado por la inflación y el impacto de la pandemia.
El titular de Derechos Sociales ha recordado que estas cuentas incluyen el acuerdo entre la Generalitat y los agentes sociales para el incremento del Indicador de Renta de Suficiencia de Catalunya (IRSC) en un 8%, una «demanda histórica» del sector.
El Govern destinará 821,16 millones de euros a las redes de protección para afrontar la pobreza con los que incrementarán el número de personas beneficiarias de la Renta Garantizada de Ciudadanía hasta unas 190.000 y se destinarán a combatir la privación material y la pobreza energética, entre otras medidas.
El apoyo a las familias, la atención a la infancia y las políticas de juventud contarán con una partida de 435,71 millones de euros con los que, entre otros, desplegarán la red de Barnahus e incrementarán la prestación anual de la acogida.
Campuzano ha previsto incrementar en unas 4.500 las plazas residenciales en el marco de la partida de 2.007,49 millones de euros para la atención a la dependencia con los que, entre otros, esperan reducir las listas de espera en un 50% en este ámbito; y ha destacado una partida de 66,30 millones dirigida al tercer sector social.
Otros de los ejes estratégicos de las cuentas de Derechos Sociales son la modernización del departamento, con 150,32 millones para transformación digital, innovación en servicios sociales y remodelación de equipamientos, entre otros; y 335,59 millones para la colaboración con el mundo local.
Retos sociales
Campuzano ha insistido en que Catalunya afronta un «doble reto» social: la crisis actual derivada de la guerra en Ucrania, la inflación y el impacto de la pandemia, por un lado, y una sociedad cada vez más envejecida, por el otro.
Así, el conseller ha abogado por romper con la «dinámica de pobreza enquistada» y ha criticado de nuevo el déficit fiscal que a su parecer sufre Catalunya y la infrafinanciación que cree que hay en España en materia de políticas sociales.
Grupos
El socialista Raúl Moreno ha celebrado que se pasa de una «política paralizante de bloques a la política del diálogo» con estos Presupuestos y la diputada de los comuns Jéssica González ha dicho que las cuentas recogen muchos de los problemas sociales que hay actualmente en Catalunya.
La diputada 'cupaire' Basha Changue ha exigido unos servicios sociales 100% públicos alejados del «'bizum' al sector privado» que son estos Presupuestos, a su parecer, mientras que el diputado de Cs Joan García cree que las cuentas no incluyen una respuesta al aumento de la pobreza en Catalunya.
Desde Junts, David Saldoni ha pedido poner los derechos sociales en el centro de todas las políticas de la Generalitat, el republicano Bartomeu Compte ha remarcado la reducción de listas de espera y la diputada de Vox María Elisa García ha asegurado que estos Presupuestos son un «despilfarro» sin eje en salud ni eje social.
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