Castillo de San Telmo | AYUNTAMIENTO HONDARRIBIA

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El Ayuntamiento de Hondarribia (Gipuzkoa) abrirá el Castillo de San Telmo a la ciudadanía con visitas guiadas y abrirá un proceso de participación de los hondarribiarras, que ayudará a definir el futuro de este edificio histórico.

En rueda de prensa celebrada, el alcalde de Hondarribia, Txomin Sagarzazu, ha recordado que la adquisición del Castillo de San Telmo se llevó a cabo con la unanimidad de todos los partidos en el Pleno del 14 de abril y con un precio de 3,5 millones de euros. Tras un «complejo» procedimiento administrativo el Ayuntamiento se hizo en propiedad con el edificio el 26 de julio.

Posteriormente, se han realizado trabajos básicos de aseguramiento
de la zona, y la idea del Consistorio es «abrirlo a la ciudadanía para que conozca y disfrute de este patrimonio histórico oculto hasta ahora».

Sagarzazu ha resaltado la «firme apuesta por la recuperación y la conservación del patrimonio de Hondarribia» y ha defendido el patrimonio como «motor de cohesión social y desarrollo económico». En su opinión, para ello es necesario que «la ciudadanía participe, tanto disfrutándolo in situ con las visitas guiadas que vamos a programar, como con el proceso consultivo que ayudará en el futuro a tomar las oportunas decisiones sobre el futuro del castillo».

Las visitas guiadas serán en euskera y castellano, con hasta un máximo de 12 personas por grupo y con una hora de duración. La idea es que las visitas comiencen a mediados de diciembre, a través de Arma Plaza Fundazioa.

«El objetivo claro es que los hondarribiarras conozcan de primera mano esta joya que tenemos en el cabo de Higer desde 1598, y que por diversos motivos, la gran mayoría no hemos podido disfrutar», ha señalado.

El Castillo de San Telmo, coloquialmente conocido como el Castillo de los Piratas o Castillo de Higer, es un pequeño recinto fortificado en la Punta de Uxando. Su extensión es de 497 m2 en tres edificaciones, como son la torre, el cuartel de tropa y el pabellón del oficial, alrededor de una plataforma para la artillería y un aljibe.

Entre los siglos XIII y XVI en la ubicación actual del castillo se situaba una atalaya y, posteriormente, una ermita dedicada a San Telmo. En el siglo XVI, se construyen las primeras fortificaciones defensivas extramuros. Se construye en 1598 durante el reinado de Felipe II y bajo las órdenes de Juan Velázquez, capitán general de Gipuzkoa y alcaide de Fuenterrabía.

Su misión era defender la bocana del puerto y disuadir de un posible ataque por mar. En el siglo XVIII, por orden de Fernando VI y como responsable del proyecto Feliper Cramer, se reconstruye y reconvierte en un polvorín, se construye un muro exterior y varias garitas de vigilancia. En 1957 se construye un bunker para cañones anticarro y como batería de defensa del cabo de Higer. Entre 1964 y 1980 se convierte en caserío y ha estado habitado hasta este mismo año 2022.