El consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto, atiende a los medios. | Francisco J. Olmo

TW
0

El consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto, ha compartido este martes «el dolor y la rabia» de la familia de Marta del Castillo, la joven sevillana por cuyo asesinato en 2009 fue condenado Miguel Carcaño a 21 años y tres meses de cárcel y cuyo cuerpo sigue sin encontrarse, pero apela a «entender las resoluciones que se emiten desde los órganos judiciales aunque, a veces, no nos gusten o nos gustaría que fueran otras sus conclusiones».

Así ha contestado al ser preguntado por la decisión del Juzgado de Instrucción número cuatro de Sevilla y la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de archivar en el primer caso, y la denegación de la práctica de nuevas pruebas en el segundo; con relación a la pieza separada correspondiente a la búsqueda del cadáver de Marta del Castillo.

La Audiencia, más al detalle, desestima un recurso de apelación de la familia de la víctima, contra un auto previo emitido en febrero de este año autorizando a un perito a acceder a los «datos telefónicos crudos» de los teléfonos móviles con los que contaban a la fecha de los hechos Miguel Carcaño y Marta del Castillo.

Noticias relacionadas

Ante esta situación, la familia de Marta del Castillo ha anunciado que impugnará la «conclusión de la instrucción» y archivo de la pieza judicial separada correspondiente a la búsqueda del cadáver de su hija, que jamás ha sido localizado.

El consejero de Justicia ha señalado la «auténtica tragedia» que ha sufrido esta familia, que «sigue sin encontrar los restos de su hija» y ha deseado poder poner de su parte «algo para resolverlo, para encontrar ese cuerpo y atender de alguna manera ese sufrimiento que llevan tantos años padeciendo».

Pero ha lamentado que no está en sus manos. «La justicia tiene sus resortes y su margen de maniobra y tenemos que entender la resoluciones que se emiten desde los órganos judiciales aunque, a veces, no nos gusten o nos gustaría que fueran otras sus conclusiones», ha concluido.