Reunión del grupo de trabajo del proceso 'Competitividad para el bienestar de Euskadi 2040: una reflexión para la acción'. | MIKEL ARRAZOLA-IREKIA

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Las instituciones vascas se han fijado como objetivo para 2040 que la tasa de paro de Euskadi se sitúe por debajo del 6% y que el País Vasco se coloque entre el 10% de las regiones europeas con mayor renta por habitante y con menor tasa de pobreza.

Estas metas se han establecido en el marco de un proceso para
establecer las bases del futuro de Euskadi, denominado 'Competitividad para el bienestar de Euskadi 2040: una reflexión para la acción'.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha presidido este jueves una reunión de trabajo de las instituciones que participan en este proceso, en la que también han participado los diputados generales de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa; los alcaldes de las tres capitales vascas; la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia; y responsables de Orkestra, el Instituto Vasco de Competitividad.

El objetivo de este proyecto es identificar los cambios que se están produciendo en los retos de competitividad de Euskadi, para construir un modelo de bienestar sostenible e inclusivo para la siguiente generación, según ha informado el Gobierno Vasco en un comunicado.

Cuatro fases

La metodología se ha diseñado en cuatro fases de trabajo. La fase inicial comenzó en 2021 y dio como resultado un primer 'Documento Sintético de Euskadi 2040', presentado en el Consejo de Gobierno del 15 de febrero de 2022.

Este planteamiento inicial recogía las bases para el diseño de la competitividad al servicio del bienestar de Euskadi, en el que se hizo un análisis del posicionamiento y un análisis de la proyección del País Vasco.

A partir de marzo de 2022 y hasta el presente mes de septiembre, se ha desarrollado una primera fase de contraste, cuyas conclusiones han sido compartidas entre el lehendakari, los diputados generales, el presidente de la Asociación de Municipios Vascos-EUDEL, Gorka Urtaran, y representantes de Orkestra.

En estas conclusiones se apuesta por construir «una Euskadi competitiva para mejorar el bienestar de la ciudadanía» y «un territorio próspero, innovador, conectado, comprometido, inclusivo y sostenible».

La definición de la 'Competitividad de Euskadi 2040' se proyecta atendiendo a seis dimensiones recogidas en lo que el trabajo define como "'el hexágono vasco': 'Euskadi Verde', 'Próspera', 'Innovadora', 'Inclusiva', 'Comprometida', y 'Conectada'.

Una vez acordados los ámbitos prioritarios de la competitividad del futuro, el proceso del primer contraste ha permito establecer los indicadores y retos a los que debería aspirar Euskadi, teniendo en cuenta una serie de metas.

De esa forma, se establecen como objetivos lograr un paro inferior al 6%; que Euskadi se sitúe entre el 10 % de las regiones europeas con mayor renta por habitante y con menor tasa de pobreza; y que el País Vasco sea una región europea «líder en innovación» y un territorio neutro en carbono.

Todo ello --según constatan las instituciones que participan en este proceso de reflexión-- debe conseguirse «con un creciente compromiso de todos con el futuro de Euskadi, respetando y apoyando la singularidad de este ,y de manera cada vez más abierta e interconectada con el mundo».

Entre marzo y septiembre de 2022, se ha procedido a una primera fase de contraste, en la que se ha trabajado con el conjunto de instituciones vascas (diputaciones forales, Ayuntamientos de Bilbao, Donostia-San Sebastián y de Vitoria-Gasteiz, EUDEL y Parlamento Vasco), y con otros agentes procedentes del ámbito empresarial y social.

Estas reflexiones se han contrastado, asimismo, con el Consejo Asesor de Orkestra y con varias colaboradores de Orkestra en el ámbito internacional, como la Comisionada de Futuras Generaciones de Gales.

Reuniones bilaterales

Entre septiembre y diciembre de 2022 se procederá a un segundo contraste. Con ese fin, se celebrarán reuniones bilaterales con todas las instituciones y con representantes del tejido empresarial, tercer sector y juventud, entre otros agentes económico-sociales, para profundizar en el diagnóstico de proyectos estratégicos que contribuyan a la iniciativa Euskadi 2040 y construir una agenda compartida.

En 2023 culminará una tercera fase de contraste con todas las instituciones, en la que se trabajará «el carácter sistémico y colaborativo» de los proyectos planteados y de los pendientes de poner en marcha.