Bullying, discrimination or stress concept. Sad teenager crying in school yard. Upset young female student having anxiety. Upset victim of abuse or harassment sitting on stairs outdoors with backbag. | TERO VESALAINEN/ ISTOCK

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Más de 3.200 personas han acudido a los Servicios de Urgencias de la red de hospitales madrileños (Sermas) por conductas suicidas en lo que va de año, según datos facilitados a Europa Press por la Consejería de Sanidad.

El suicidio es la principal causa de muerte externa no natural en España, triplicando casi a los accidentes de tráfico, multiplicando por 14 los homicidios y por 85 la violencia de género. En concreto, según los últimos datos oficiales, correspondientes al año 2020, en España fallecieron por suicidio 3.941 personas, con una media de casi 11 personas al día.

De ellos, 373 se registraron en la región, con un incremento interanual del 6,6%, es decir, 23 más, según las Estadísticas de Defunción por Causa de Muerte del INE. En ese año, los ingresos por intento de suicidio en la región fueron similares a 2019, aunque el Summa 112 atendió 1.486 intentos, frente a los 1.450 del años precedente.

Entre el 1 de enero y el 31 de agosto de este año en los servicios de Urgencias de los hospitales públicos madrileños se ha atendido a 3.226 personas por conductas suicidas.

Aumento entre los adolescentes

En lo que sí coinciden los expertos es que este fenómeno ha experimentado un aumento sostenido en los últimos tiempos derivado de la pandemia, especialmente entre la población adolescente. Desde el Hospital Gregorio Marañón, el doctor Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría, ha subrayado que la incidencia en España y países de nuestro entorno la incidencia es de 80 casos por cada 100.000 habitantes, con una media de 10 suicidios al día.

Según destaca en declaraciones a Europa Press, estas cifras se han incrementado ligeramente, entre un 10 y un 15%, fundamentalmente en población adolescente en estos últimos dos años. Según los datos de 2020, el suicidio es la segunda causa de muerte en la juventud española (de 15 a 29 años), detrás de los tumores. En la región, en 2020, fueron 37 personas.

En el caso concreto del Hospital Gregorio Marañón, la doctora María Mallo, psicóloga clínica, ha explicado que ha bajado el rango de edad de la población que acude al centro que atiende la zona de Retiro, con población mayoritariamente envejecida. Así, ha subrayado que entre los adolescentes y adultos jóvenes «están despuntando mucho» las conductas autolesivas.

«En los meses peores del año 2020 hubo una disminución del número de suicidios en todo el mundo. En enero de 2021 se incrementó a nivel global que afecta fundamentalmente a niños, adolescentes y adultos jóvenes. Ese ligero incremento se ha estabilizado en esta población pero sigue algo mayor de lo que estaba en los últimos tres o cuatro años. Este incremento no se ha visto en población adulta o mayores», ha explicado el doctor Arango a Europa Press.

No hay un perfil concreto

En cualquier caso, la doctora Larisa González, psiquiatra del Hospital Gregorio Marañón, ha precisado que se trata de un fenómeno multifactorial que afecta a muchas circunstancias concretas. «No podemos hablar de un perfil concreto porque cada caso es único; cada caso tiene una circunstancias personales, pueden o no haber tenido psicopatología o no. Es individual ideación suicida sí que podemos hablar de factores de riesgo pero no habría un perfil concreto de paciente», ha explicado a Europa Press.

No obstante, el suicidio se suele dar de forma mayoritaria entre los hombres que entre las mujeres. En el caso de la Comunidad de Madrid, de los 373 registrados en 2020, 258 fueron varones, frente a las 115 mujeres.

La coordinadora de la Oficina Regional de Salud Mental y Adicciones de la Comunidad de Madrid, Mercedes Navío Acosta, ha apuntado que aunque se trata de un fenómeno multifactuctorial se puede hablar de dos dimensiones que pueden explicar este hecho.

En concreto, ha aludido al método, que en general en el caso de las mujeres suelen ser menos letales, y la impulsividad, más presente en el caso de los varones. «No lo explican pero son consistentes y repetidos en los estudios», ha matizado.

Factores de riesgo

Sobre estos factores de riesgo, la psiquiatra ha apuntado que éste aumenta cuando hay un trastorno mental diagnosticado o antecedentes familiares. «Aunque no todos los suicidas tienen un trastorno mental de base, sí influye en la ideación suicida», ha precisado.

El director del Instituto de Psiquiatría apunta, no obstante, que más del 90% de los casos de suicidio «tienen detrás un trastorno mental». «Eso significa que no son todos y hay suicidios planificados y a los que se llega de alguna manera que se puede comprender, incluso racional», ha argüido.

Entre esos, ha detallado, fundamentalmente se suelen dar «trastorno depresivo o mayor trastorno bipolar, esquizofenia». «El 10% de las personas con esquizofrenia en este país, unas 400.000 personas, se suicidan», ha advertido el psiquiatra, que ha advertido del estado de «desesperanza y frustración» que presenta la persona.

En esta línea, se apunta a estar vigilantes con ciertos signos de alarma que ayuden a detectar la ideación suicida como cambios de conducta, aislamiento, verbalización de ideas de culpa o sentimiento de desesperanza, así como modificaciones de la conducta alimentaria o del sueño, entre otras, según ha explicado la psiquiatra Larisa González.

Ante ello, los expertos recalcan la conveniencia de hablar. «Hablar del suicidio no va a empujarlo a llevarlo a cabo, sino que ayuda a descargar esa tensión que lleva uno dentro», ha apostillado.

«Hay que decir en mayúsculas que el suicidio se puede prevenir y eso se ha demostrado en países como Dinamarca, que ha pasado de tener las mayores tasas a contar con las más bajas. Y se consigue no solo trabajando en el sistema sanitario, sino también en el educativo y social y se puede prevenir fundamentalmente en etapas tempranas de la vida donde uno aprende a gestionar adversidades frustración», ha explicado el doctor Celso Arango.

La importancia del entorno familiar

Una 'pandemia silenciosa' en la que, ha subrayado, hablar es lo único que puede ayudar a detectar un problema y sensibilizar a la sociedad en una cuestión que no es solo de salud sino de la sociedad. En este sentido, en los programas de atención y prevención de la conducta suicida juega un papel muy importante el entorno familiar.

«Son aliados del equipo médico a la hora de mejorar la atención clínica del paciente», ha explicado, sobre todo «cuando es necesario» como el cuidado de la medicación sobre todo al principio o en situaciones de crisis.

El doctor Celso también ha llamado a prestar «enorme atención» a los supervivientes de un suicidio, que suelen desarrollar un sentimiento de culpa, y que también cuentan con un programa para ellos en el Hospital Gregorio Marañón.