El Grupo de Robos con Fuerza de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, que ha llevado a cabo la investigación, detectó la presencia de tres personas caminando por la calle César Augusto, observando los edificios y parándose a mirar con detenimiento los portales de algunos de ellos, despreciando los que presentaban un cartel anunciando la presencia de cámaras de seguridad.
Así, los agentes decidieron establecer un dispositivo especial de vigilancia hacia estos individuos, por tratarse de una posible banda especializada, y comprobaron que se alojaban en un apartamento turístico de la Plaza del Pilar.
En la calle Sixto Celorrio, los policías detectaron marcas de silicona en los marcos de las puertas de uno de los edificios, que todavía mantenían cierta viscosidad, por lo que su colocación era reciente. También se observaron marcas en la calle Almadieros del Roncal.
Cuando los tres hombres regresaron a las viviendas para comprobar si el pegamento se había roto o podían entrar a robar, los agentes les sorprendieron y detuvieron inmediatamente como presuntos autores de robo con fuerza y pertenencia a grupo criminal, sin que llegasen a forzar ninguna de las puertas.
Registro
Después del arresto, los investigadores realizaron un registro, autorizado por el Juzgado de Instrucción 7 en funciones de guardia, en el apartamento turístico donde se alojaban los tres varones, donde se localizaron dos juegos de llaves, con perforaciones de la misma profundidad, similares a las empleadas para abrir puertas por el procedimiento de 'bumping' y un manojo de ganzúas unidas por una banda elástica.
También dos tubos de silicona similares a los empleados por este tipo de autores para el marcado de puertas; dos llaves de vehículo; 1.852,10 euros; dos bolsas con monedas, una de un céntimo y otra que contenía de color dorado.
Uno de los detenidos presentaba antecedentes por hechos similares, y los tres han pasado a disposición de la autoridad judicial competente este miércoles, decretando el Juzgado de Instrucción en funciones de guardia el ingreso en prisión para ellos.
Modus operandi
En cuanto al modus operandi de estas bandas organizadas, se ha averiguado que la mayoría de ellas actúa en épocas de verano, Semana Santa y puentes; seleccionan las viviendas y las marcan previamente con pequeños señuelos, para comprobar si los moradores se encuentran fuera de la ciudad, y así poder trabajar. Estos robos suelen cometerse de noche, y se realizan registros exhaustivos en las viviendas, llegando a estar dentro de ellas durante varias horas.
Otra de las características más destacadas de estas bandas es que la apertura se lleva a cabo sin producir daños en cerraduras. La mayoría de las cerraduras que se abren con el sistema 'bumping' son las EZCURRA OS-10 Y OS-15, así como otras de puntos de características similares.
Además, debido a la inexistencia de daños, los ilícitos cometidos por estas bandas pasan desapercibidos durante mucho tiempo, concretamente hasta que los moradores llegan tras permanecer fuera de su domicilio durante periodos de tiempo más o menos largos, y observar el desorden de la casa.
Los efectos sustraídos suelen ser joyas y dinero; mientras que en algunos casos, aunque es infrecuente, se pueden apoderar de pequeños electrodomésticos que en ese momento les han causado atracción, o perfumes para uso personal que en ocasiones son encontrados entre sus pertenecías.
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