Arantza Tapia en Aduna. | JOSE IGNACIO UNANUE

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La planificación hidrológica 2022-27 del Gobierno Vasco aprobada el pasado martes, contempla inversiones por el conjunto de administraciones de 900 millones de euros, de los cuales unos 600 se corresponden con inversiones de las instituciones vascas.

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, ha dado cuenta este miércoles, en la EDAR de la localidad guipuzcoana de Aduna, de los nuevos instrumentos de gestión del agua para el periodo 2022-2027 entre los que destacan tres planes: el hidrológico, el de de gestión de inundaciones y el primer plan especial de sequías de Euskadi, aprobados por el Consejo de Gobierno del Ejecutivo vasco el pasado martes.

Según ha destacado se trata de instrumentos «estratégicos especialmente imprescindibles ante el posible tensionamiento de todo lo que se refiere al agua ante los posibles escenarios de cambio climático».

Tapia ha recordado que «hace pocos meses» Euskadi ha afrontado «varios episodios importantes de inundaciones, los más intensos de las últimas décadas» y ahora «empieza a extenderse en nuestro entorno cierta preocupación por la sequía, que también está empezando a afectarnos en aquellos sistemas de abastecimiento con escasa o nula regulación, como es el caso de Urdaibai, donde ya se ha empezado a aplicar el Plan Especial de Sequías».

«Estos fenómenos extremos, recurrentes, y que pueden ser agravados por el cambio climático, recuerdan la necesidad de disponer de una adecuada planificación hídrica gestión del agua, que permita alcanzar la seguridad hídrica y la garantía del abastecimiento, guiadas por criterios de sostenibilidad y uso eficaz del agua; mejorar la resiliencia ante inundaciones y sequías; y conseguir el buen estado de las aguas», ha subrayado.

La consejera ha señalado que el Plan hidrológico del Gobierno Vasco «es el documento central de la planificación hídrica» y tiene como objetivo «conseguir el buen estado de las aguas, de acuerdo con los objetivos marcados por la Unión Europea en la Directiva Marco del Agua 2000/60/CE; alcanzar la seguridad hídrica y garantía del abastecimiento, guiadas por criterios de sostenibilidad y uso eficaz del agua; y mejorar la resiliencia ante fenómenos extremos».

«El plan ahora aprobado contiene una renovada y actualizada normativa de aplicación para la gestión del agua y la previsión de inversiones de las distintas administraciones competentes (Gobierno Vasco, Diputaciones forales, entes gestores de abastecimiento y saneamiento y la Administración General del Estado fundamentalmente) en relación con los citados objetivos para el periodo 2022-2027», ha apuntado.

En este contexto, ha citado algunas de las inversiones incluidas «para mejorar la calidad del agua en determinadas masas de agua que aún no alcanzan los estándares de Europa y mejorar los sistemas de saneamiento y depuración de aguas residuales, completando el déficit de infraestructuras existentes».

Entre ellas ha destacado las inversiones en el saneamiento del Alto Nervión, que incluyen la construcción de las EDAR de Basaurbe (Laudio) y Markijana (Amurrio) y de su sistema de colectores, con un importe de 73 millones de euros). Las inversiones en mejoras en las depuradoras de Donostialdea, con la construcción de una nueva EDAR en Loiola, de 55 millones, que pueda tratar aguas industriales y que la administración vasca aspira a ejecutarla vía encomienda del Estado.

También las inversiones en Bilbao Metropolitano, con diversas actuaciones para la renovación y mejora de la EDAR de Galindo en Sestao, la construcción de la estación de tratamiento de desbordamientos de Lamiako en Leioa y del tanque de tormentas en Zuazo-Galindo, con un importe conjunto de 270 millones de euros.

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Tapia también se ha referido a la adecuación de la EDAR de Atalerreka, con un importe de seis millones, en Txingudi así como a las diversas inversiones en colectores de Muxika-Gernika (12,3 millones), Ermua-Mallabia (3,4 millones) en Bizkaia; en las localidades guipuzcoanas de Oikia-Aizarnazabal (6,4 millones), Mijoa (3,1 millones), Elgeta (tres millones), Pasaia (4,8 millones) y Mendaro (10,4 millones); y en las alavesas de Artziniega (6 millones) y Aramaio (1,7 millones).

Por otro lado, se destinarán inversiones a la restauración de ríos, humedales y estuarios; control de especies invasoras; y mejora de los ecosistemas acuáticos, «con especial énfasis en las zonas de mayor importancia ambiental ligadas al agua, como lo son muchos de los espacios de la Red Natura 2000», ha señalado Tapia.

A ello ha añadido que se prevén «importantes inversiones orientadas a asegurar la garantía de abastecimiento en determinados sistemas», como la de 30 millones para la mejora del abastecimiento de Urdaibai; la del mismo importe en las zonas de Lea-Artibai; otra de 43 millones en Encartaciones y otra de 292 millones en Bilbao Metropolitano.

En Gipuzkoa se construirá una conducción alternativa al Canal Bajo de Añarbe y su rehabilitación, con un importe de 39,1 millones. El Canal Bajo, que conduce los caudales de abastecimiento desde la Presa de Añarbe hasta la ETAP de Petritegi en Astigarraga, precisa de reparaciones que solo pueden ejecutarse con el canal fuera de servicio.

Tapia ha recordado que para ello es necesario construir una conducción alternativa que permita el suministro de agua mientras se rehabilita el canal.

En Álava se contempla la mejora del abastecimiento en distintas localidades alavesas, como Laudio, Amurrio, Okondo, Barambio, Ziorraga, Sobron y Zuia. Por otro lado, el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación desarrolla «los criterios, prioridades y actuaciones en materia de prevención de inundaciones y la programación temporal de las inversiones a realizar en materia de resiliencia frente a inundaciones para el periodo 2022-2027», ha explicado Tapia.

También ha destacado, como novedad, que «se incorporan mecanismos para conciliar mejor el urbanismo, o el medio urbano, con el medio acuático». Entre las inversiones programadas se encuentran las actuaciones de protección frente a inundaciones en una veintena de localidades como la alavesa de Laudio (río Nerbioi y arroyo San Juan con importe 5,2 millones); y las vizcaínas de Abadiño-Durango (río Ibaizabal y Sarria con importe cuatro millones), Aranguren (río Cadagua con importe 7 millones), Galindo (río Galindo con importe 12,1 millones), Alonsotegi (arroyo Azordoiaga con importe 8 millones), Mungia (río Butroe con importe 6,4 millones) y Sodupe (Gúeñes, río Cadagua con importe 1,7 millones).

En Gipuzkoa se invertirá en Azpeitia (ríos Ibaieder y Errezil con importe 3,1 millones), Beasain-Ordizia (río Oria con importe 4,2 millones), Tolosa (ríos Oria y Zaldibia con importe 4,2 millones), Andoain (regata Ziako con importe 10 millones) y Ergobia (río Urumea con importe 7,3 millones).

Tapia también ha subrayado «las inversiones en la mejora de los sistemas de predicción y alerta hidrometeorológica, necesarias para minimizar el impacto de las inundaciones; las actuaciones para mejorar la planificación institucional de respuesta a emergencias de inundaciones; y las medidas de ordenación de usos en zonas inundables, esenciales para no incrementar el riesgo de inundación».

Plan sequías

Por su parte, el Plan Especial de Sequías es el primer plan de este tipo aprobado por el Gobierno Vasco, que «permitirá la gestión de los eventos de sequía».

Tapia ha detallado que «incorpora un sistema de indicadores para el diagnóstico de la situación y establece las medidas de gestión que, de forma escalonada, será preciso adoptar por parte de los gestores de los abastecimientos en función de la gravedad del escenario, con el fin de minimizar sus impactos ambientales, económicos y sociales».