Hasta Helsinki. Los flaons de Ca’n Paya son muy viajeros porque han llegado hasta ciudades como Helsinki y han cruzado el charco hasta el continente americano. No hay semana en la que Nieves, en la imagen con uno de ellos, no prepare varios para enviarlos por mensajería a diferentes puntos de la Península.

Si hay un postre que no falta en ninguna casa para celebrar los santos es el flaó, uno de los pasteles dulces típicos de Eivissa y que tradicionalmente se consumía el domingo de Pascua. No se trata de una cuestión religiosa sino que como dice Nieves Planells Serra, de Ca’n Paya, es porque «los pagessos son gente muy inteligente y ahora es cuando mejor sabe». Ella se refiere a que es en esta época, coincidiendo con la llegada de la primavera y la Semana Santa, cuando los ingredientes principales están en su mejor momento para preparar este postre, como es la hierbabuena fresca y el queso. Y es que este pastel, pese a que se consume todo el año, es ahora cuando se disfruta con toda la intensidad de los sabores que da la hierbabuena, el queso o incluso hasta el tamaño de los huevos. Un postre típico deEivissa que muchas familias de ahora siguen preparando como antes.

Un ejemplo de ello es el de las hermanas Nieves y Cristina Planells que elaboran flaons con la receta de su madre Maria, un pastel que se popularizó como Flaons de na Maria. Su madre los vendía en el colmado que tenía en la calle Pare Francés de Eivissa hasta que se jubiló pero dejó la receta como herencia a sus hijas. Nieves los vende en su tienda de congelados Ca’n Paya y su hermana Cristina los hace en su horno Flaons ses Pageses en Santa Gertrudis. «Son dos negocios diferentes pero todo queda en familia», apunta Nieves. Harina, huevos, levadura, queso, hierbabuena y azúcar son los ingredientes de este postre. «No tienen ningún secreto pero lo que pasa es que hay saber hacer las mezclas adecuadas, con un queso fresco bueno y productos de calidad», explica Nieves, que no para un minuto de atender a su variada clientela y sus encargos de flaons. «Ahora se llevan seis por mensajería», dice de este postre que ha viajado hasta fuera de España. «Mi madre dice que le gustaría tener un mapa y poner chinchetas en los lugares donde han ido nuestros flaons», comenta. Y es que este postre ha conquistado a todos, desde nuestros vecinos de Mallorca, hasta los de climas más fríos, como los de Helsinki. Hay quienes se atreven a copiar la receta pero, de momento, los resultados no han sido los mismos. «Hay un bar en el puerto de Valencia que hace comida ibicenca y se lleva flaons de nuestra tienda para hacerlos ellos pero no sale igual», comenta Nieves. En su tienda de la calle Bisbe Huix de Eivissa, Alimentación Ca’n Paya, vende estos pasteles. El tamaño grande, que pesa 1,8 kilos, cuesta 19,50 euros y el más pequeño, con un peso de 1,2 kilos, asciende a 14,50. Aún está a tiempo de encargar el suyo y si prefiere hacerlo, con calma, porque su dificultad es alta. Aquí tienen la receta del libro «Ibiza y Formentera, la cocina paso a paso». Eso sí, tenga en cuenta la trituración y la mezcla del queso, eso sí, que sea bueno.

LA RECETA
Flaó

Ingredientes: Para la base necesita 500 grs de harina de trigo, dos huevos, 125 grs de mantequilla, un sobre de levadura, una copa de anís, ralladura de limón, semillas de anís, un poco de aceite, 100 grs de azúcar y una pizca de sal. Para el relleno, 500 grs de queso de cabra, 300 grs de queso semiseco de oveja, siete huevos, hojas de hierbabuena, 500 grs de azúcar y una pizca de sal.
 
Preparación: Para la base mezclar la harina con levadura, azúcar, anís y la sal. Amasar bien. Incorporar la mantequilla, huevos y la copa de anís. Amasar unos minutos. Untar con mantequilla el molde de horno y espolvorear con algo de harina. Extender la pasta y reservar. Para el relleno, empezar a triturar los quesos. Reservar. Mezclar los huevos y el azúcar. Agregar el queso con cuidado y añadir la hierbabuena y la sal. Colocar esa pasta sobre la base reservada e introducir en el horno. Hornear unos 45 minutos a una temperatura de 180ºC

Vuelta y vuelta

LEGUMBRES. La ingesta de una porción al día de alubias, guisantes, garbanzos o lentejas puede reducir significativamente el «colesterol malo» y, por tanto, el riesgo de enfermedad cardiovascular, según concluye un estudio, dirigido por el doctor John Sievenpiper, del Centro de Nutrición Clínica y Modificación de Factores de Riesgo del Hospital St. Michael, en Canadá. «Las legumbres ya desempeñan un papel importante en muchas cocinas tradicionales. Además, son de bajo coste». (EP)

LIBRO. Los alimentos «funcionales» existen y no se anuncian en la tele ni en las revistas. Se llaman pimientos, acelgas, espinacas, nueces, pollo o ternera. De hecho, una sola sardina tiene el equivalente a casi 6 litros de leche enriquecida con Omega 3. Así lo ha asegurado en una entrevista con Efe, la psicóloga Ana Isabel Gutiérrez Salegui, autora del libro «Consume y calla», con el que pretende «desenmascarar» a una industria que se lucra con productos «saludables» y «funcionales» y cremas que nos hacen parecer eternamente jóvenes y que no mejoran nuestra salud.