Llorenç Pericàs es el alcalde de Pina.

Sant Cosme y Sant Damià llevan a Pina de nuevo la celebración de su Fira y sus Festes. La primera cita, entre el viernes 15 y el domingo 17, comienza a ser veterana en el calendario, ya que alcanza este año la IX edición y lo hace además con más vitalidad que nunca. La Fira tendrá como ya es costumbre la muestra y venta de productos conventuales en el patio del convento, así como una amplia selección de paradetes en la plaza y alrededores, con productos de artesanía y de calidad local.

La Fira de Pina tiene una gran entidad propia, pero también es un prólogo para las Festes Patronals que llegarán el siguiente fin de semana, los días 23 y 24, en los que los protagonistas serán los sants metges, Sant Cosme y Sant Damià. Llorenç Pericàs es el alcalde de Pina y afronta por primera vez la tarea de organizar ambas citas con ánimos renovados, esperando que sean un éxito.

—¿Cómo está siendo esta su primera experiencia organizando los actos?
—Está siendo una experiencia muy emocionante, que estoy afrontando con entusiasmo. Hemos contado además con la gran ayuda del Ajuntament d’Algaida y de la Associació de Veïns, que han aportado muchas ideas y trabajo para que el programa esté a la altura de lo esperado.

PINA - FERIAS - CELEBRACION DE LA FIRA DE PINA.

—¿En cuanto a las novedades, cuales destacaría?
—Hemos prestado una especial atención a los niños y jóvenes del pueblo, con actividades pensadas para ellos, como por ejemplo las del sábado 16, con taller infantil, cuentacuentos y circo. Esto y en general el cuidado con el que hemos planificado los actos, son las principales novedades. Pero en lo que respecta a los actos en general, querría destacar el Pregó o el Sopar a la fresca, que son aquellos en los que el espíritu colectivos se pone de manifiesto. Ponen de manifiesto el ambiente familiar y de cohesión vecinal por los que Pina destaca.

—¿Esa planificación ha supuesto un reto?
—Sí, cuadrar todos los actos en las numerosas jornadas ha sido complicado, pero como he mencionado antes, la gran ayuda del Ajuntament y de los propios vecinos lo ha hecho posible. Para ilustrar esa gran colaboración basta destacar la ilusión con la que, por ejemplo, se han adornado las calles con materiales reciclados. Una vez más el espíritu comunitario es lo más importante en Pina.