Rafael Nadal, este sábado en la rueda de prensa previa al inicio del torneo, previsto para este domingo. | YOAN VALAT

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Rafael Nadal aseguró que afronta su participación en Roland Garros con la motivación necesaria para afrontar el torneo, al tiempo que aseguró que «aunque hay opciones» no puede «asegurar que sea el último». El catorce veces ganador del torneo dijo que por vez primera ha podido entrenarse sin sentir molestias, lo que le hace albergar esperanzas de ser competitivo a partir del próximo lunes, cuando en primera ronda cruce su raqueta con la del germano Alexander Zverev, número 4 del mundo. Pero reconoció que lleva poco tiempo en esa buena condición, lo que le priva de referencias para saber si será suficiente como para competir con el reciente ganador de Roma. «Tengo una pequeña esperanza de jugar bien», dijo el balear, que lo atribuyó al trabajo físico, que ha incidido también en su motivación.

«¿Cómo llego?, no lo sé,. Hace semana y media hice un desastre en Roma. Lo demás son especulaciones. Internamente me siento mejor, en todos los sentidos, físicamente también, pero uno de los peores sorteos posibles», reconoció. «Las sensaciones me dicen que no estoy tan lejos. No soy una persona que se suela engañar, soy crítico conmigo, no estoy perfecto, necesito mejorar. Estos días he sido competitivo con gente buena, importante. Pero estamos muy cerca, ha pasado poco tiempo, esta es la primera semana que me siento libre de poder jugar pensando en la pelota y poco más (...) Puedo jugar contra cualquiera y no me siento peor que los otros, eso me da esperanza», agregó el español, que ha entrenado estos días con Daniil Medvedev, Hoger Rune, Stan Wawrinka, Sebastian Korda y Mariano Navone. «Pero eso es en el entrenamiento», advirtió, antes de señalar que lleva mucho tiempo sin medirse en competición a un rival de la talla de Zverev.

En su plan, dijo, estaba tener el nivel actual hace un mes y medio, para afrontar en mejores condiciones la gira de tierra batida desde Montecarlo, pero el físico no se lo permitió, lo que le hace carecer de rodaje. Nadal reconoció que estos dos últimos años no han sido fácil, que la recuperación ha sido dura y que, por momentos, afectó a su moral, lo que le hizo pensar que no podría regresar a las pistas. Pero las cosas han cambiado ahora, los problemas físicos ya no le limitan y, aunque tiene dudas físicas, se siente en condiciones de alcanzar un gran nivel.

Una perspectiva positiva que también le lleva a no cerrar la puerta a seguir en el circuito un año más y que este no sea su último Roland Garros. «No quiero un homenaje en la pista. Si pierdo, será natural con el público. Pero no quiero no cerrarme la puerta para el futuro, no es necesario. Si no vuelvo para jugar, volveré aquí el año que viene para lo que haya que hacer», señaló. «Disfruto con el tenis, vengo con mi familia, les hago disfrutar a ellos. No he podido estudiar en profundidad si podré jugar en buenas condiciones de salud. Dadme un poco de tiempo, quizá en mes y medio diga que no puedo continuar, ahora no lo puedo asegurar, pero hay opciones», dijo. «No quiero quedarme con la sensación de intentarlo solo una semana, no quiero quedarme con la duda», agregó.