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Rafael Nadal consideró este viernes que no es el favorito para ganar esta edición de Roland Garros, que afronta con menos preparación de la que le gustaría a causa de las lesiones, pero asegura tener confianza en suplir con trabajo esas carencias y concluye: «creo en mis opciones». El mallorquín, que a sus 36 años afronta la conquista de su decimocuarto título, indicó que los problemas en el pie izquierdo que le mermaron en Roma persisten, pero que por el momento no le están impidiendo entrenar bien, por lo que aseguró que no cree que le impidan competir.

«No creo que esos problemas desaparezcan en dos semanas, pero ese no es el objetivo. Lo importante es saber si serán demasiado fuertes y si me dejarán tener opciones de ganar aquí», dijo el jugador, que aseguró estar «cansado» de hablar de su pie. Nadal, que se mostró jovial y de buen humor, aseguró que prepara el torneo con esa circunstancia y recordó que también afrontó mermado el pasado Abierto de Australia y acabó imponiéndose. «En deporte, lo que un día parece imposible, de repente lo ves posible o incluso muy posible. Creo que ese clic no está lejos (...) En Australia se consiguió algo que parecía imposible sabiendo de dónde se venía», indicó.

«Hay que construir diariamente la fortaleza con el trabajo y con el optimismo y la creencia de que las cosas pueden ir a mejor», señaló el mallorquín, quien dijo que en Australia llegaba con menos entrenamiento pero con el pie en mejores condiciones que ahora. «Tengo que aceptar la situación, hacer el esfuerzo necesario y tener opciones de competir, sin especular, afrontar las cosas como vienen. No sé cuantos Roland Garros me quedan por jugar, las oportunidades son finitas y hay que aprovecharlas», dijo.

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Pese a que ha sido el jugador que más veces ha ganado en París, lo que le permite «encontrar algunas sensaciones positivas (...) que no te hacen ganar partidos», Nadal afirmó que no se siente favorito. «Si se miran los resultados se ve que no soy el favorito. Pero eso no me ha preocupado nunca. Cuando todo el mundo decía que era favorito yo no me veía como favorito, me veía como uno de los candidatos, siempre lo he visto así. Era un candidato porque ya había ganado. Pero a día de hoy no creo que sea el favorito. Luego, veremos que puede pasar», comentó.

«Desgraciadamente no llego con la preparación adecuada y eso ha interrumpido la línea del inicio de temporada, la ha perturbado. En deporte las cosas pueden cambiar deprisa y tengo que estar listo para ese cambio. Hay jugadores en mejor forma que yo, de eso no hay duda. Pero en Australia me puse en situación de tener una opción y aquí no es diferente. Creo en mis opciones, en mi trabajo cotidiano», dijo.

Reconoció que el sorteo no le fue benévolo, situado en la misma parte del cuadro que el serbio Novak Djokovic, número 1 del mundo y defensor del título, con quien se enfrentaría en cuartos de final, y de su compatriota Carlos Alcaraz, su potencial rival en semifinales, la sensación del inicio de temporada. «Es un cuadro difícil, pero mentalmente no me preocupa (...) Llegando como llego hubiera preferido otro sorteo. Pero tengo la suficiente humildad para penar que ahora solo puedo centrarme en mi primer rival, el australiano Jordan Thomson», concluyó.