Rafael Nadal fue muy solicitado entre los turistas y presentes en Son Sant Joan, donde hizo las delicias de un grupo de alumnos del colegio Inspector Joan Lladó de Felanitx que visitaba el aeropuerto. | Tolo Jaume

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De nuevo en el kilómetro cero. Cuarenta y nueve días después de que pusiera rumbo a tierras brasileñas para disputar el torneo de Río, Rafael Nadal regresó ayer a Mallorca y desde hoy se dispone a preparar un tramo decisivo del curso con «las mismas ganas de siempre y con la ilusión de entrenar bien para llegar bien preparado» a Montecarlo. «Es la hora de apretar», dice de la temporada de tierra tras una primera gira americana que califica como «positiva» y de la que regresa con la espalda «de nuevo perfecta».

Tras conquistar el torneo de Río, caer en la tercera ronda de Indian Wells y ceder en la final de Miami, el número uno del mundo pasa revista a su actuación durante el último mes y medio y resume que «gané en Río de Janeiro, hice un mal torneo en Indian Wells y otro buen torneo en Miami». «En general ha sido una gira positiva», valora. Además, asegura sentirse «contento» por ocupar la segunda posición del ranking Race -la clasificación que contabiliza los puntos desde el 1 de enero y que actualmente lidera Novak Djokovic- tras la disputa del primer tercio del calendario ATP.

Al margen de los resultados, Nadal destaca la evolución de los problemas de espalda que le han lastrado desde la final de Australia. «Estuve tres semanas que prácticamente no pude entrenar hasta dos días antes de jugar en Río y me ha condicionado bastante porque iba a trancas y barrancas, pero hice tratamiento que me ha funcionado y la espalda me está respondiendo de nuevo perfecta», comenta el manacorí.

Ahora se dispone a convertir el Club de Tenis Manacor en su centro de operaciones para preparar el Masters 1000 de Montecarlo que arranca el 13 de abril. La tierra vuelve a ser un tramo crucial del año en el que saca a relucir sus mejores prestaciones y donde ha coleccionado el mayor número de éxitos. «Afronto la temporada con la misma misma ilusión de siempre. La ilusión es intentar entrenar y prepararme bien, y cuando llegue a Montecarlo terminar la puesta a punto allí», dijo. «Es el momento de apretar», sentencia.

Nadal ya ha estrenado su palmarés en tierra este año, pero cree que el torneo de Río «fue positivo porque se ganó, pero a nivel de sensaciones fue bastante malo». Además, dice que «el torneo me sirvió para la memoria de volver a jugar sobre tierra, pero en lo tenístico no tanto porque estaba entrenando con problemas».