Rafael Nadal mira la pelota durante el encuentro de ayer en Qatar. | Reuters

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Doha marca el punto de partida del intenso trayecto que aguarda a Rafael Nadal en un 2011 en el que el número uno del mundo disputará 19 torneos en doce países a lo largo de once meses. El mallorquín ha calcado la agenda del pasado curso y ha incluido en sus planes la Copa Davis elevando la exigencia de un ejercicio que arranca plagado de alicientes.

El torneo qatarí alzó ayer el telón del curso oficial y por tercera campaña consecutiva es la primera escala del manacorí , que debuta hoy ante el eslovaco Karol Beck en un ejercicio en el que defiende 12.405 puntos (5000 de ellos en tierra). El Open de Australia depara la posibilidad de que Nadal se convierta en el primer jugador en encadenar cuatro grandes desde Rod Laver.

Tras una semana de descanso, el mallorquín volverá a competir en Rotterdam después de perderse el torneo el año pasado por culpa de una lesión. La competición en tierras holandesas será el preludio a la vuelta de Nadal a la Copa Davis.

Regreso

La puja por la Ensaladera es la principal novedad en la agenda del isleño, que tiene previsto participar en la eliminatoria de primera ronda que enfrentará a España y Bélgica en Charleroi entre el 4 y el 6 de marzo. El mallorquín volverá a situarse al frente del equipo tras un año de ausencia y ejercerá de número uno siempre que el físico se lo permita.

Sin apenas tiempo para descansar llegará la primera gira estadounidense con los Masters 1000 de Indian Wells y Miami, dos citas en las que Rafael Nadal defenderá su condición de semifinalista antes de abordar el tramo más exigente e importante del curso.

La temporada de tierra es el territorio más propicio para el mallorquín. Nadal, que actualmente aventaja en 3.305 puntos a Federer y en 6.240 a Djokovic, cuenta con margen de maniobra para defender el número uno hasta los meses de mayo y junio, cuando pondrá en juego el número uno del ranking. No en vano defiende 5000 puntos en cuatro torneos. Los cambios de la agenda de Nadal en la campaña de arcilla residen en la intención de volver a jugar el Godó y el cambio de fechas entre los Masters 1000 de Madrid y Roma.

El maratón hacia el cetro de la tierra de Roland Garros, donde Nadal tratará de igualar los seis entorchados de Bjorn Borg, conectará con la temporada de hierba. Queen's y Wimbledon, además, tendrán a continuación una nueva cita con la Copa Davis siempre y cuando España avance. Julio se convierte en el único mes con una breve tregua para el mallorquín, que volverá a pisar el acelerador con la segunda gira estadounidense que culmina en Nueva York con el US Open tras los Masters 1000 de Canadá y Cincinnati.

Unas hipotéticas semifinales de la Copa Davis y el torneo de Tokio marcarán el inicio de un último tercio en el que la presumible participación en las Finales ATP o incluso la puja por la Ensaladera pueden alargar el calendario.