El pleno municipal nombra hijo predilecto al número uno del tenis por su perfil humano y su trayectoria profesional en un acto cargado de emotividad. | M. À. Cañellas

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La ciudad que ha visto nacer y crecer a Rafel Nadal cumplió «su deber». El campeón mundial del tenis ya es, por méritos propios, tanto deportivos como humanos, Hijo Predilecto de Manacor. «Un reconocimiento de 42.000 personas» y « todo un orgullo para la ciudad».


Ayer por la tarde se llevó a cabo el acto oficial de nombramiento, el primero de toda la historia del Consistorio, en una sala de plenos repleta de familiares, amigos y vecinos que quisieron rendir honores al joven deportista.
El acto empezó con la intervención de la regidora de Cultura y Deportes, Isabel Febrer, quien ejerció de ponente para la distinción de Nadal. Así, Febrer destacó el hecho que el tenista se convierta en «el primer Hijo Predilecto de todos los tiempos de Manacor». La delegada de Deportes repasó el perfil profesional y humano del número 1 del tenis mundial. «Es un deber de esta institución y de los ciudadanos que representa agradecer de una forma tan especial y emotiva a Rafel que lleve el nombre de Manacor por todo el mundo y desear que así lo pueda hacer durante muchos años más».


Además, Febrer señaló «la manera de ser de un joven que, sin duda, ha dejado una huella inolvidable como exponente del esfuerzo, la humildad, la disciplina y el compromiso».


Por su parte, la regidora Catalina Julve, actuó como fiscal del nombramiento. Julve aseveró que «los triunfos de Rafel también son nuestra pequeña victoria colectiva porque pisamos las mismas calles y nos une la misma estimación por nuestro pueblo».


Tras las intervenciones parlamentarias, el alcalde Antoni Pastor entregó un diploma acreditativo y le impuso la insignia de la Corporación. «Es un placer y un honor entregar esta distinción a través de la cual intentamos que el pueblo de Manacor muestre el agradecimiento hacia tu persona y también es un reconocimiento a tu trayectoria profesional. Estamos orgullosos de este homenaje a la persona más querida de Manacor». Una vez colocada la insignia Nadal tomó la palabra, unas declaraciones muy emotivas y llenas de sentimiento. «Siempre hace mucha ilusión el reconocimiento en cualquier lugar del mundo pero si es en casa, y Manacor es mi casa, es mucho más satisfactoria. Aquí me siento muy bien, es donde vivo y donde tengo previsto vivir toda mi vida».
Centenares de personas vivieron el acto a través de una pantalla gigante instalada en el Claustre.