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El Real Mallorca perdió (0-1) ante el Atlético de Madrid en Son Moix en otro partido tan soso y aburrido como era previsible. El descenso continúa así a seis puntos. Un solitario gol de Riquelme cuando solo se habían disputado cuatro minutos decidió el partido. La primera mitad del Mallorca fue vergonzosa, sin ocasiones ni aproximaciones. El equipo destilaba pasotismo y exhibía candidez. Reaccionó tímidamente el Mallorca en la reanudación, dispuso de alguna oportunidad, pero el marcador ya no se movió. Aguirre buscó el empate y pasó a jugar con cuatro defensas, aunque no sirvió de nada.

Ya saben que estoy convencido de que la permanencia está conseguida a la espera de la rúbrica definitiva. Y seguro que recuerdan que soy partidario de tributar un sentido homenaje a Aguirre y acabar con su exitosa historia en el Mallorca. Ha cumplido con el objetivo de la permanencia y nos ha regalado, además, una presencia en la final de la Copa del Rey, pero ha llegado el momento de buscar un técnico más valiente, menos previsible y que nos devuelva la ilusión.

La afición del Mallorca es sabia y, aunque Dios me liberé de querer convertirme en su portavoz, puedo asegurar que cada día conozco más socios que acuden a Son Moix con el convencimiento de que se aburrirán solemnemente.

Por cierto, hoy tiene lugar en Palma la Diada per la Llengua, organizada por la Obra Cultural Balear. El lema, en esta oportunidad, es ‘Sí a la lengua’. Me gustaría pensar que el Mallorca defiende un valor tan universal como es el amor a la lengua propia. Me gustaría que el Correllengua hubiera pasado ayer por Son Moix y que una delegación del equipo será hoy protagonista en la plaça Major de Palma a las 18.00 horas. Sospecho que no habrá delegación oficial del Mallorca en la Diada per la Llengua. Es una pena.