Vedat Muriqi, delantero del Real Mallorca, se lamenta tras fallar una ocasión en el partido contra el Sevilla del pasado lunes en el Sánchez Pizjuán. | Salvador López Medina

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Una final por la permanencia y una prueba de eficiencia. El Nuevo Mirandilla llevará este domingo al límite a los dos equipos que peor cara muestran ahora mismo en las profundidades de la Primera División. A un lado el Cádiz, ya sin apenas escapatorias. Y al otro el Real Mallorca, todavía con cierto margen pero con dos derrotas consecutivas a cuestas y solo cuatro puntos facturados en las últimas cinco jornadas. Un duelo con el premio de la esperanza para unos y el de la tranquilidad para los otros que seguramente se decidirá con muy pocas balas, ya que pondrá frente a frente a los dos equipos que menos goles marcan de toda la Liga.

El Mallorca acude a la cita más desahogado. Los seis puntos que le separan del barranco que cierra precisamente el Cádiz hacen que el empate sea un buen resultado y que la victoria suponga un seguro de permanencia a falta de un mes para el cierre del campeonato. Sin embargo, la dinámica del equipo se ha ido estropeando por la falta de resultados y un nuevo tropiezo activaría todas las alarmas posibles. El equipo balear lleva más de un mes sin ganar un encuentro —su última victoria data del 16 de marzo, contra el Granada—, más de siete sin hacerlo fuera de casa —ante el Celta, el 16 de septiembre— y tras perder contra el Madrid y el Sevilla bordea su peor racha con Javier Aguirre en el banquillo, con el que nunca ha encadenado tres derrotas consecutivas. Un bache de resultados, más que de juego, en el que además intercaló la dolorosa derrota en la final de la Copa del Rey que ha erosionado un poco más el estado anímico del grupo.

Pero si hay algo que ha desgastado al Mallorca y la armadura que le protegía del peligro de la zona baja es su falta de acierto en ataque. El gol conseguido por Abdón Prats en el Sánchez Pizjuán cortaba una sequía de 280 minutos sin ver puerta, aunque lo cierto es que solo sirvió para maquillar los números del encuentro. Llegó con el tiempo agotado y su efecto fue nulo. A lo único que ayudó fue a dinamizar las cuentas de los delanteros, que llevaban más de dos meses paradas. Un atasco en el que siguen metidos Muriqi y Larin, los otros dos nueves que hay en nómina. De hecho, el de Artà, con seis tantos, es ya el máximo realizador del plantel bermellón. El problema es que la mitad llegaron con desventajas muy claras en el marcador y que cuatro de esos goles no han reportado un solo punto. En lo que va de curso los únicos goles mágicos del Dimoni quedaron para alguna ronda en concreto de la Copa del Rey.

El único equipo del campeonato que tiene peor puntería que el Mallorca (26 goles) es su próximo auditor, el Cádiz (22). Entre las dos formaciones suman menos tantos a favor que seis conjuntos de la Liga: Real Madrid (70), Girona (67), Barcelona (64), Atlético de Madrid (59), Athletic (52) y Villarreal (51).

El conjunto amarillo, que de la mano de Mauricio Pellegrino solo ha ganado dos partidos, ha marcado catorce veces en su estadio y tiene en Chris Ramos (5) y Darwin Machís (4) a sus mejores artilleros. Ahora, como al Mallorca, la permanencia le exige encontrar cuanto antes el centro de la diana.

El apunte

El Mallorca no gana en Cádiz desde 2005

El Cádiz espera aprovechar su condición de local para comprimir la zona baja de la clasificación y meterle presión a un Mallorca con el que no pierde en su estadio desde 2005. Se han medido nueve veces en Primera División en el antiguo Ramón de Carranza, con un balance de cuatro triunfos de los gaditanos, tres empates y otras dos victorias para los bermellones. La última vez que el Mallorca ganó en el campo del Cádiz fue con Héctor Cúper en el banquillo insular y el uruguayo Víctor Espárrago en el amarillo (1-2). Los dos tantos del Mallorca los sellaron Víctor Casadesús y el venezolano Juan Arango, mientras que el gol cadista lo marcaba el extremeño Enrique Fernando Ortiz Moruno. La pasada temporada el Cádiz se imponía (2-0) con goles de Theo Bongonda y Álex Fernández. En el encuentro de la primera vuelta en Son Moix, que se retrasó en su fecha inicial por una convocatoria fuera de plazo de Muriqi con la selección de Kosovo, Mallorca y Cádiz firmaron un empate que deja el golaverage pendiente de lo que ocurra el domingo. Alcaraz adelantó a los andaluces y Abdón fijó el 1-1 final.