Imagen del encuentro disputado entre el Mallorca y el Sevilla la pasada jornada. | Miquel Àngel Borrás

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Lunes de salvación. O no. Se verá. El Mallorca juega en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla (21:00 horas, Gol Play y Dzan) con el objetivo de no salir de vacío y ampliar todavía más el margen con el Cádiz, que sigue siendo de seis puntos después de que el cuadro andaluz cayera en Montilivi. Como mal menor y en caso de derrota en Sevilla, el Mallorca mantendrá el colchón de media docena de puntos que tal y como está transcurriendo el calendario vale su peso en oro.

Pero en el fútbol la calma total la dan los números y estos todavía indican que no se puede cantar victoria ni celebrar la salvación. Por este motivo una victoria hoy contra el once de Quique Sánchez Flores ampliaría esa distancia a nueve y prácticamente el conjunto bermellón dejaría apalabrada la permanencia una temporada más.

Pero no hay que engañarse, ganar en Sevilla no es fácil, incluso con un equipo cuya temporada es desastrosa teniendo en cuenta su potencial y su presupuesto. Si los tres puntos al Mallorca le darían una calma infinita, al Sevilla le permitirían vivir tranquilo. Con 34 en su poder se situaría con 37 y por lo tanto la temporada prácticamente estaría cerrada.

El botín del empate

Los número salen, otra cosa son los méritos que puedan hacer uno y otro sobre el terreno de juego. El Mallorca con no salir de vacío ya le vale, por lo tanto hará lo que hace más o menos siempre y lo que hizo el Madrid contra el City. Aunque para el mexicano con el empate se daría ya por muy satisfecho. Pese a las numerosas dificultades físicas y de lesiones que muchos jugadores han arrastrado durante la temporada, ahora llega un momento en el que todo el plante está a disposición del entrenador y por lo tanto hay mucho donde elegir.

Con el sistema de cinco atrás puede volver Maffeo al once y situar a Gio de central, mientras que en la zona ancha tiene también todas las posibilidades abiertas para el arranque del choque. Jugar con un punta o dos es la otra opción, pero lo normal es situar a Muriqi delante y esperar un robo para salir con rapidez.

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En condiciones normales estar con 31 puntos a falta como está el Mallorca ahora de siete jornadas contando el partido de hoy, sería un drama inimaginable porque son números de posición de descenso. Pero la temporada ha sido benévola con equipos como el Celta, Mallorca o Rayo ya que Granada y Almería hace tiempo que echaron la toalla y el Cádiz no ha levantado cabeza en toda la temporada. No lo hizo con Sergio y no lo está consiguiendo tampoco ahora con Mauricio Pellegrino.

Un rival entonado

Frente al Mallorca se situará un Sevilla que le ha costado mucho toma velocidad de crucero y que encadena dos victorias consecutivas lejos de casa, frente al Getafe y Las Palmas. Ahora se reencuentra con otro partido en casa y que para ellos sí puede ser el definitivo, el que de la tranquilidad total para asistir al final del curso con calma y armonía.

Es lo que buscan los dos equipos, un denominador común que hará que el Pizjuán asista a una batalla sin tregua, como la que vivirá sin duda la próxima jornada el Mallorca en el Nuevo Mirandilla contra el Cádiz.

Para la vuelta a Nervión, el técnico madrileño cuenta con tres bajas, dos en la defensa, la del lateral izquierdo Adrià Pedrosa y la del central Kike Salas, otra en el centro del campo, la del suizo Djibril Sow.
El lateral catalán sufre una lesión en el cuádriceps derecho que se produjo en el entrenamiento del viernes, mientras que el suizo fue intervenido el martes de la fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo que padeció la pasada semana.

Kike Salas, por su parte, debe cumplir un encuentro de suspensión por acumulación de amonestaciones tras ser amonestado el domingo en el partido disputado en Las Palmas, pero, por contra, ya está disponible otro lateral izquierdo, el argentino Marcos Acuña, quien cumplió la sanción por cinco amarillas en ese encuentro y que además también ha superado unos problemas físicos.
Acuña en el sitio de Pedrosa y el serbio Nemanja Gudelj, que pasaría del centro del campo al puesto de Kike Salas, son algunas de las soluciones que baraja el preparador.