Los jugadores del Real Mallorca saludan a los aficionados bermellones desplazados el pasado fin de semana a Mendizorroza. | Carlos Gil-Roig

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El Real Mallorca vuelve a tener ante sus ojos el muro del Reale Arena. Si quiere clasificarse para la cuarta final de la Copa del Rey de su historia, el conjunto balear está obligado a franquear la pared más alta con la que se ha topado en los últimos años. Porque no hay ningún otro campo en el que se sienta más incómodo ni ningún otro rival que le haga tanto daño. El gran sueño requiere una hazaña monumental.

Atendiendo solo a los números, el historial de los enfrentamientos recientes entre los dos equipos resulta descorazonador para el Mallorca. En total, encadena once partidos sin ganar a la Real Sociedad, de los que nueve han acabado en triunfo vasco y solo dos en empate. De números similares puede presumir el entrenador txuri-urdin, Imanol Alguacil, que tiene en el conjunto balear a su adversario predilecto y a una víctima habitual. El de Orio no ha perdido ninguno de los diez encuentros que ha dirigido desde la banda en cuatro años y medio, que se reparten en ocho victorias y dos empates.

Si los cruces frente a los guipuzcoanos suponen un gigantesco dolor de cabeza, sobre la hierba del Reale Arena la cosa se complica más todavía. Más que nada, porque el Mallorca amontona allí doce derrotas seguidas entre Liga y Copa del Rey. Pero es que tampoco termina ahí la maldición. La escuadra rojinegra suma nueve partidos consecutivos sin marcar en el estadio realista y no celebra ningún tanto entre sus paredes desde hace casi 17 años. El último lo marcó Ariel Ibagaza el 11 de marzo de 2007 y tampoco sirvió de mucho (3-1). Lo bueno es que, teniendo en cuenta la igualdad de la ida (0-0), el Mallorca podría clasificarse para la final aún sin romper ese dato, aunque para ello tendría que alargar el empate inicial y la eliminatoria hasta la tanda de penaltis.

La visita más reciente a San Sebastián fue la del pasado mes de octubre, que se zanjó con un tanto de Brais Méndez en la segunda mitad (1-0). Y la última vez que el Mallorca ganó a domicilio a la Real Sociedad fue a finales de noviembre de 2003, con Luis Aragonés en el banquillo y un tanto de Samuel Etoo (0-1).

Igor Zubeldia, central de la Real Sociedad, destacaba que su equipo está «ante un día histórico», al tiempo que incidió en que saben «lo que es levantar el trofeo» y que tienen «la oportunidad de poder volver a hacerlo. Es un partido de vida o muerte y vamos a darlo todo para jugar esa final con público». Sobre el Mallorca, el de Azkoitia era claro: «Sabemos qué tipo de equipo es, muy defensivo, pero es que luego en ataque son capaces de poner muchos balones al área».

En términos similares se expresaba Javi Galán, que avisaba de los peligros del Mallorca. «Es un equipo fuerte en el duelo, muy intenso, aunque nosotros también. Va a ser un partido de mucha disputa y tendremos que estar fuertes».