Cyle Larin celebra el gol conseguido por el Real Mallorca en Tenerife el pasado martes, en los octavos de final de la Copa del Rey. | Carlos Gil-Roig

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El Real Mallorca continúa su transitar por esta intensa fase de la temporada visitando el estadio de La Cerámica para enfrentarse al Villarreal (16:15 horas, Movistar LaLiga) en un encuentro de una importancia capital para ambos conjuntos. Empatados a 19 puntos, el Mallorca está mas o menos donde podía esperar que compitiera, pero no así el Villarreal, que se encuentra absolutamente desubicado en este vagón cercano al de cola y donde no está del todo acostumbrado a vivir. Porque aquí abajo se vive mal. Muy mal. El Mallorca es más experimentado en esta batalla siempre cruel por salir del pozo y ahora se encuentra con otro partido cuyos puntos tienen un peso muy específico.

Porque la posible victoria no solo permite al conjunto vencedor dar un paso notable en la tabla, también imprime una presión descomunal al rival y el daño colateral es minarle todavía más la moral y principalmente dejarle sin puntos.

Es un enfrentamiento con doble premio en caso de triunfo, pero también mucho más doloroso si el resultado es negativo. Un empate deja las cosas igual, con esa tonalidad de grises que supone dar pasos demasiado cortos, aunque es evidente que siempre es mucho mejor para el visitante que no para el anfitrión.

El Mallorca llega al partido tras el triunfo copero frente al Tenerife que ha rearmado la moral de la tropa de Aguirre. Pero necesita ganar. Porque deportivamente en al Liga todavía no ha tomado velocidad de crucero y además las bajas siguen golpeando de forma sangrante. Maffeo, que ha sido intervenido esta semana, estará un periodo largo de tiempo ausente y que rondará los tres meses. De ahí que el Mallorca busque un sustituto por su banda. Muriqi tampoco llega y posiblemente no pueda volver hasta el mes de febrero, mientras que Gio es baja por sanción. Son tres futbolistas con un peso específico en el equipo y que merman de forma importante el potencial del grupo. Valjent vuelve a una lista y está para jugar. También Jaume Costa. Es la buena noticia de una previa que sigue envuelta en esa situación de tensa espera para saber cómo va a maniobrarse el club en el mercado de invierno.

Se esperan altas, posiblemente    alguna salida, mientras que se mantiene la incertidumbre por la situación de Sergi Darder, el mejor y más talentoso jugador del equipo y que por esos caprichos de los entrenadores, ahora es suplente y con un rol para nada acorde con su calidad. El jugador de Artà, que llevó a cabo un esfuerzo personal este verano con todo lo que supuso su salida del Espanyol y rechazando otras ofertas, se encuentra ahora en una situación difícil y lo que es peor, Aguirre ha minado la moral de un futbolista que debía ser muy importante esta temporada.

Recuperarle para el proyecto es fundamental si finalmente no cristaliza ninguna de las posibles salidas a Villarreal o Girona, que son los equipos más interesados en su contratación. Ya todo esto la semana que viene Copa. Muchos frentes abiertos en estas dos    última semanas del mes de enero y todos ellos de vital importancia. Pero hoy toca el Villarreal, que al igual que los mallorquinistas también tiene bajas. El conjunto amarillo ha confirmado esta semana las bajas de los futbolistas Alfonso Pedraza y Dani Parejo, ambos lesionados de un esguince en la sesión de este pasado miércoles, lo que les va a tener apartados un tiempo de los terrenos de juego. Ambos futbolistas se suman al lesionado Ramon Terrats, que fue operado este miércoles del menisco de su rodilla izquierda.

Pero más allá de las bajas, el conjunto de Marcelino no se encuentra y eso debe aprovecharlo el Mallorca, que al menos tiene esa capacidad de sacrificio y persistencia que le hace casi siempre mantenerse vivo hasta el final en los partidos. Un triunfo este sábado sería más que balsámico sobre todo supondría una inyección de moral para otra semana intensa.