Samú Costa, centrocampista del Mallorca, se avanza al croata Ante Budimir durante el último partido del año en Son Moix frente a Osasuna. | CATI CLADERA

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Samuel Almeida Costa (Aveiro, 2000) es el pulmón del Mallorca. La pieza que desde hace unos meses articula el once que dirige desde la banda Javier Aguirre. El portugués, uno de los chicos nuevos que llegaron el pasado verano a la oficina, se ha convertido con el paso de las jornadas en un futbolista esencial para el entrenador y para sus compañeros. Es el único jugador de campo que ha participado en todos los partidos del equipo (18), el que más minutos suma sobre el tapete (1407) y el que más titularidades seguidas ha ido enganchando. Desde que entró en el once, en la cuarta fecha del calendario, ha jugado siempre de inicio y solo ha sido sustituido en tres ocasiones.

Desde que llegó al Mallorca tras una operación relámpago que condujo a Iddrisu Baba al Almería, Samú Costa ha ido abriéndose paso en todas las direcciones. Solo tres días después de que cristalizara su fichaje y sin apenas haber tenido contacto con el grupo, el técnico ya recurrió a él para la última media hora del partido contra Las Palmas que destapaba el campeonato. Y tras otros dos encuentros incorporándose desde la segunda unidad apareció por primera vez de inicio contra el Athletic. A partir de ahí, apenas ha dejado su sitio. De hecho, solo le faltan otros tres partidos completos para igualar la marca que fijó la temporada pasada en Almería, donde acabó el curso con 1987 minutos en las piernas. 580 menos de los que lleva ahora, cuando aún le quedan veinte jornadas por delante.

Además de liderar las estadísticas de participación, Samú Costa aparece en otras muchas casillas. Es el jugador de la plantilla del Mallorca que más pases da (651), el que más balones recupera (25) y también el que más faltas comete (40) durante esas tareas de recuperación que asume en la sala de máquinas. En cualquier caso, su aportación va más allá del plano defensivo. Fue uno de las primeros goleadores del curso —marcó en el campo el Granada para apretar un partido que parecía sentenciado— y en su tarjeta cuenta igualmente con una asistencia.

Con 23 años recién cumplidos y casi cinco años más de contrato con el Mallorca —firmó hasta junio de 2028—, Samú Costa no es solo el futbolista más productivo de la temporada y el fichaje más rentable del proyecto, sino uno de los activos de futuro del club con mejores perspectivas. Poco antes de llegar a Son Moix alcanzó los cuartos de final de la Eurocopa sub’21 con Portugal y si mantiene la progresión tiene opciones de acabar dando el salto a la selección absoluta a corto o medio plazo. Cuatro meses y menos de medio ejercicio le han bastado para reivindicarse como uno de los jugadores más influyentes del Mallorca y como uno de los hombres de confianza del entrenador. El futuro es suyo.

El apunte

El fichaje con más impacto sobre el tapete

El Mallorca tuvo que pasar por el taller del mercado tras una buena temporada y renovó prácticamente a un tercio de la plantilla durante el verano. En total, llegaron hasta ocho nuevos futbolistas entre los que destacaban apuestas tan notables como las de Sergi Darder o Cyle Larin. Sin embargo, el jugador que más rendimiento ha ofrecido en esta primera vuelta que para los baleares acabará el miércoles 3 de enero en el Santiago Bernabéu es Samú Costa. El joven centrocampista luso, que vive su cuarta temporada en el fútbol español, se ha hecho con un puesto fijo en el centro del campo y es el recién llegado que más cuenta para Javier Aguirre, por delante de Darder y del recuperado Matija Nastasic. El exjugador del Almería también se ha ganado el cariño de la afición gracias a su entrega.