Alfonso Díaz posa para este periódico en el estadio de Son Moix.

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Entre llamadas y reuniones, Alfonso Díaz Zaforas (Sevilla, 1975) atiende a Ultima Hora para realizar un recorrido por las entrañas de Son Moix. Está como un niño con zapatos nuevos contemplando su obra. Porque el CEO de Negocio del Real Mallorca se puso el casco el primer día que comenzó la reforma y se conoce cada rincón del Estadi como su propia casa. Recuerda que la propiedad ha invertido ya «unos 100 millones de euros» para el crecimiento y la estabilización del club, está orgulloso de la remodelación porque «se ha cuidado hasta el más mínimo detalle» e insiste en que el Mallorca es el mejor escaparate turístico de las islas y que, quizás, debería recibir algo más de reconocimiento tanto público como institucional.

—Después de 20 meses de reforma, ya cuenta los días para el 13 de enero ante el Celta, cuando se ‘reinagure’ Son Moix.
—Sobre todo con ilusión por ver que nuestra gente va a casi estrenar un nuevo hogar sobre los cimientos de lo que era Son Moix. Es el comienzo de una nueva etapa en este club. La afición está respondiendo de forma fantástica a nivel social y esperamos llegar a los 20.000 abonados antes de finalizar el año. Ya hemos superado el récord de la entidad porque nosotros trabajamos para que las cosas ocurran. No es hablar por hablar. Dijimos que este estadio iba a sufrir una transformación importante en un tiempo récord y así ha sido: de mayo del 2022 a enero de 2024. También nos fijamos alcanzar los 20.000 abonados y lo vamos a conseguir, aunque eso es mérito de la afición, que la gente se quiere sumar a nuestro proyecto.

—Una de sus ideas es que Son Moix sea un pulmón de la ciudad, un centro de referencia y no solo los días de partido...
—El estadio tiene que estar vivo los 365 días al año. Tienen que ocurrir cosas. El fútbol es lo fundamental y es por lo que estamos aquí, pero este espacio par la ciudad de más de 50.000 metros cuadrados no puede estar infrautilizado o dejar de usarse durante 345 días al año. No puede ser y además no creo que sea responsable por nuestra parte. Y esta inversión que se ha hecho es para que esto ocurra. Que sea un sitio de ocio, cultura, deporte... Tendrá un programa donde ocurrirán muchas cosas y la gente vendrá a disfrutar de su ciudad y de un gran espacio.

—Me puede adelantar algo de qué albergará Son Moix al margen de los partidos de fútbol
—Estamos trabajando en este sentido. Hemos abierto el estadio a la ciudad, hemos quitado el vallado perimetral que convertía Son Moix en algo inaccesible y somos gente accesible, abierta, muy normal. Queremos que este estadio siempre tenga vida. Vamos a tener servicios como un nuevo Sport Bar, gimnasio, clínicas. Que haya un movimiento contínuo en este recinto. Queremos organizar actividades culturales y sociales. Eventos de todo tipo. En el Fondo Sur surge una esplanada en la que se podrán organizar conciertos, ferias gastronómicas y un largo etcétera. Va a ser otra oportunidad para todos los que quieran disfrutar del ocio. Queremos ser un referente a nivel nacional e internacional.

—¿Cuál ha sido el coste real de la obra de remodelación?
—Aquí debemos hacer un enfoque más amplio. Hemos pasado por unos años difíciles tanto a nivel deportivo como económico en los que había que estabilizar el club. Cuando llegamos la situación era muy compleja a todos los niveles. El descenso a Segunda B supuso un replanteamiento completo de hacia donde queríamos ir los próximos cinco o seis años. Había una deuda de concurso adquirida de unos 30 millones de euros que saneamos y entre medias hemos ido creciendo a nivel social y deportivo. Este crecimiento económico se reinvierte en el estadio, con una inversión de 24 millones de euros más otros 5 en infraestructuras; crecimiento en fútbol base con la profesionalización y una importante inversión en el primer equipo.

—¿Hasta qué punto ayuda el proyecto de LaLiga Impulso y el fondo de inversión CVC?
—Es como un crédito, pero que los clubes tienen que devolver. Es una inversión de la propiedad. Su compromiso es digno de alabar porque para hacer crecer este club ha invertido 100 millones de euros entre 60 millones en capital social más 40 en inversiones. Esta inversión nos va a llevar a donde queremos estar, que es en Primera División, con un alto impacto a nivel social y deportivo. Hemos contratado a proveedores locales, todos los de servicio y alimentación es de aquí. Llevamos casi 30 millones de euros que hemos gastado en proveedores locales y eso también es riqueza. Es importante destacarlo.

—El club está potenciando la labor social
—Estamos trabajando a través de la Fundació. Durante estos 20 años de esta Fundació se han beneficiado más de 100.000 personas. Esto es acción social y es muy importante para nosotros. También formamos a más de 225 chicos en nuestro fútbol base. Estamos educando y formando a estos chavales de cara al futuro. Somos uno de los principales motores económico y social de Mallorca. Somos más que fútbol. Hay 20.000 abonados, 280.000 seguidores disfrutaron el año pasado, 128 millones de audiencia han visto a nivel mundial nuestros partidos... Todos se han hecho eco de Mallorca. Estamos orgullosos de llevar la bandera de Mallorca y de Balears por todo el mundo.

—Hay un turismo de verano y de invierno; quizás puede existir un turismo de fútbol y del Mallorca
—Por supuesto. Nosotros tenemos visitas constantemente de turistas. Es una forma distinta de visitar la Isla. Ahora estamos dando visibilidad a las collas de Dimonis. Estamos mostrando al mundo qué es Mallorca y cuál es nuestra cultura. Esa es la conciencia social y de Isla que queremos tener. Tenemos que trabajar junto con las instituciones para dar forma en este sentido.

—¿Cómo será el día de la ‘inauguración’ de Son Moix el 13 de enero?
—Estamos trabajando para que sea un día especial y habrá numerosas actividades de la que ya iremos informando. Vamos a apostar porque los 26.000 asientos estén ocupados.

—Una de las novedades será la grada Sur, denominada L’Infern 1916.
—Ellos tienen que marcar una diferencia en el partido. Tienen que apretar al equipo contrario, meter presión. Tienen que ser el motor, el corazón y el alma del estadio, los que tiren del resto del campo. Tienen una marca propia, su identidad propio. Tendrán sus propios colores y su línea de merchandising para ir creciendo.

—¿De qué se siente más orgulloso de esta reforma?.
—Siento orgullo de la gente. De cómo nos está apoyando. La afición nota que estamos cumpliendo con lo que prometimos. Es único ver a las familias felices de estar en Son Moix. A mí es lo que más me llena. Sentir el orgullo de que estás haciendo algo por mucha gente que lo siento, que lo pasa mal cuando su equipo pierde, pero que lo celebra de una forma increíble cuando gana.

—Esta inversión también es un indicativo de la pertenencia de la propiedad y que hay Administración Kohlberg para rato...
—Hay que alabar el esfuerzo, la seriedad y la profesionalidad de la propiedad. Andy Kohlberg disfruta cada vez más de la Isla y de su club. Ese es el compromiso incondicional. Lo único que piensa es hacer este club cada vez más grande. Hay que quitarse el sombrero ante lo que están haciendo.

—En el antiguo Lluís Sitjar se va a construir un recinto polideportivo. ¿Sabe qué ocurrirá con la Puerta de la calle Gómez Ulla?
—Obviamente queremos que se mantenga de la forma más decente posible. El Lluís Sitjar forma parte de nuestra historia y hay que conservarlo. Hay que ver qué plan tiene el Ajuntament y una vez que esté definido, tomaremos una decisión, pero la puerta del Lluís Sitjar forma parte de la Historia.

—En una temporada marcada por los éxitos del fútbol femenino también se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que el Mallorca tenga sección. ¿Cómo está la situación en estos momentos?
—Nuestra prioridad pasa por centrar todos los esfuerzos en mantener la Primera División, que es nuestro patrimonio principal, y del fútbol femenino siempre he hablado de hacer un proyecto serio, con su estructura, formación, etcétera. No hay que tener equipo femenino por tenerlo. Espero que pronto tengamos equipo en categorías inferiores para ir subiendo escalones. A ver si la próxima temporada podemos comenzar.