Javier Aguirre, Toni Amor y Pol Lorente en el banquillo de Balaídos. | Carlos Gil-Roig

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Fútbol champagne contra fútbol tequila. Montilivi prepara su alfombra para un combate de estilos. El juego alegre y ofensivo del Girona de Míchel, frente al orden y el rigor defensivo del Mallorca que dirige Javier Aguirre. Un partido que cruzará, en mitad de la pista de despegue, dos propuestas tan diferentes como productivas y a los dos equipos más sorprendentes de la temporada pasada.
Desde sus banquillos y todavía en fase de asentamiento en la categoría, Real Mallorca y Girona abanderan dos modelos contrapuestos que comparten objetivo y unos resultados similares. Porque aunque en estas cinco primeras jornadas es el conjunto catalán el que está por delante, los dos abrocharon la campaña anterior en una de las franjas superiores de clasificación y con el cuadro balear situado un escalón por encima. Además de coquetear hasta el final con las posiciones europeas, entre ambos facturaron 99 puntos. 50 uno y 49 el otro.

Los números son precisamente los que señalan al Girona como la gran sensación en estas primeras hojas del calendario. La escuadra de Míchel, que encadena su segunda temporada en Primera tras el ascenso en el playoff de 2022, es tercera con los mismos puntos que el Barça (13), con solo dos goles menos (11) que el cuadro azulgrana y uno más que el Real Madrid. Tras su empate inicial en Anoeta (1-1) ha ganado del tirón a Getafe (3-0), Sevilla (1-2), Las Palmas (1-0) y Granada (2-4) y al margen de llevar la iniciativa en el juego se ha acostumbrado a mandar también en el marcador. En cuatro de las cinco jornadas se ha adelantado a su rival de turno y apenas ha pasado tiempo a remolque.

Arropado por el City Football Group, la misma sociedad que administra a un conglomerado de clubes entre los que sobresale el Manchester City, el Girona ha dado un salto de calidad durante la transición de una temporada a otra y en su plantilla, en la que ya habitan hasta nueve goleadores diferentes, destacan las incorporaciones de jugadores como Savinho, Pablo Torre o Daley Blind, que por el momento mezclan a la perfección con tipos como David López, Yangel Herrera o Viktor Tsygankov.

Al mando de ese ejército que va recopilando elogios está un entrenador con un marcado gusto por el fútbol de ataque. Miguel Ángel Sánchez Muñoz, Míchel, ha prolongado en Montilivi esa misma estela que empezó a dibujar con su Rayo Vallecano y con el Huesca, a los que también condujo a la máxima categoría. Un técnico joven (47 años) y valiente que todavía no ha doblado la rodilla ante un Mallorca al que solo se ha enfrentado dos veces. En la primera se llevó un punto de Son Moix gracias a un gol de Samu Saiz en el tiempo añadido (1-1) y en la otra aprovechó un espectacular cabezazo del Taty Castellanos para llevarse los tres puntos, también llamando a las puertas del final (2-1).

Enfrente tendrá al Mallorca de Javier Aguirre, un equipo mucho menos vistoso aunque particularmente incómodo que le puso las cosas muy difíciles en esos dos partidos y que, seguramente, se sentirá a gusto en el papel de víctima. El equipo balear no necesita cargar con el peso del juego ni tener mucho tiempo el balón para hacer daño. Capaz de optimizar al máximo sus recursos y de construir una fortaleza en torno a su área durante los noventa minutos de acción, viaja a Girona en expansión, con el ánimo restaurado y la temperatura del motor en aumento.

El Girona y el Mallorca, Míchel y Javier Aguirre, terminarán de perfilar este mismo viernes la partida de ajedrez que abrirá la jornada de partidos de este sábado. Cada uno a su manera. Cada uno a su estilo.

El apunte

González Fuertes dirigirá el encuentro

El árbitro del colegio asturiano Pablo González Fuertes dirigirá el partido entre el Girona y el Mallorca de este sábado, con el apoyo de Carlos del Cerro Grande en el VAR.
Por su parte, el colegiado mallorquín Mateu Busquets Ferrer pitará el encuentro entre el Almería y el Valencia y Cuadra Fernández estará en el VAR del Atlético-Real Madrid.