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De la ilusión del estreno en Las Palmas al primer gatillazo de la temporada. A una derrota que aplaca la euforia instalada durante toda la semana después del esperanzador arranque en el estadio de Gran Canaria y de toda la atmósfera que se había generado durante la semana por el fichaje de Sergi Darder -que no fue titular al contrario de lo que anunció Javier Aguirre- y el renovado aspecto de Son Moix. El Villarreal, que presume del toque y la posesión, ganó en Son Moix gracias a un gol made in Mallorca -una acción a balón parado y doble remate dentro del área- en una tarde que arrancó con las calderas del mallorquinismo encendidas y que acabó con la cruda realidad: un punto de seis posibles. Igual que el curso pasado...

Darder arrancó en el banquillo. Extrañó porque fue el propio Javier Aguirre el que había anunciado la titularidad del artanenc a bombo y platillo en las vísperas. Quiso jugar al despiste y la jugada le salió cruz. El mexicano volvió a apostar por el músculo de Mascarell y Morlanes en detrimento de la imaginación del ‘10’.

Aguirre está buscando la fórmula que le permita combinar una filosofía de orden defensivo con una plantilla de marcado carácter ofensivo. Darder, Larin, Dani Rodríguez, Amath, o Muriqi -el kosovar está en un alarmante estado de forma- son piezas a las que el míster debe encontrar su sitio. Lo peor de la noche, la lesión de Raíllo. Que tiene mala pinta...