Martin Valjent, futbolista del Real Mallorca, en las instalaciones de la ciudad deportiva Antonio Asensio. | P. Pellicer

TW
1

Nació y creció en Eslovaquia, pero a estas alturas Martin Valjent (Dubnica nad Vahom, 1995) parece mallorquín. Afincado en Son Moix desde 2018, es uno de los capitanes de la plantilla, el cuarto jugador que más partidos acumula y una de las voces más respetadas del vestuario. Está deseando jugar otra vez en Son Moix y aunque entiende que las expectativas en torno al equipo se han disparado, él prefiere ir poco a poco y antepone la estabilidad a la velocidad.

—Se ha perdido parte de la pretemporada por no encontrarse del todo bien. ¿Cómo está?
—No estaba bien físicamente, pero ahora ya estoy tratando de ponerme a punto. Me he perdido algunos partidos de pretemporada y no he podido jugar los noventa minutos prácticamente en ninguno, pero bueno, estoy a tiempo.

—El verano ha sido corto y además fue convocado por Eslovaquia. ¿Cómo le ha ido?
—Estoy acostumbrado a tener muchas menos vacaciones porque en los veranos siempre hay partidos de selección y otros torneos. Estoy mentalizado. No hay otra.

—La temporada se ha puesto en marcha ¿Cómo ve al equipo?
—Lo veo muy bien. La pretemporada ha servido a nivel físico y para crear esas relaciones con los nuevos compañeros para que se adapten y se sientan bien. Este equipo tiene siempre mucha hambre, es muy competitivo. Somos un equipo, entre comillas, cabrón (risas) y esa tiene que ser nuestra seña. Tenemos ilusión.

—El hecho de empezar tan pronto, ¿apetecía o incomodaba?
—Lo de la temperatura puede ser cuestionable pero hay otros campeonatos que empezaron antes y no hay que quejarse. Es nuestro trabajo y debemos representar lo mejor posible al club e intentar ganar partidos.

—Después de 178 partidos oficiales, ¿ya se considera uno de los pesos pesados de la plantilla?
—Soy una persona que pocas veces dice cosas raras o habla fuerte. Siempre he intentado hacer bien mi trabajo y lo que sé desde mi posición. Ese tipo de liderazgo y dedicación, con el tiempo, me ha llevado a estar en ese núcleo del vestuario y la verdad es que disfruto de estar ahí, en esa posición dentro del equipo.

—Tiene una hija mallorquina, es uno de los capitanes y acaba de empezar su sexta temporada en el club. Esto es ya como su casa.
—Lo he considerado así desde el principio por la buenas vibraciones, ya no solo del club, sino de la gente en general. Es todo muy familiar y me siento y he sentido siempre muy a gusto.

—Algo parecido le ha pasado con la afición.
—Eso siempre ha sido fantástico. Esta afición acoge bien a la gente y algo recíproco ahí entre lo que ellos nos dan y lo que les damos nosotros. Los últimos cinco años habían sido un poco turbulentos, pero la proyección ha sido hacia arriba y eso nos permite disfrutar de ese tercer año seguido en Primera que tenemos ahora.

—¿Ha cambiado mucho el club desde que llegó?
—Muchísimo. Obviamente, han cambiado muchas personas, pero más allá de eso se ve una progresión muy clara, a nivel estructural y en temas como el del estadio. Al ritmo español (risas) pero siempre avanzando. Ahí está la ambición de querer hacer siempre algo más.

Ph09082355-29.jpg

—¿También deportivamente?
—Sin ninguna duda. El año pasado sobrepasamos las expectativas, sobre todo si hablamos de la clasificación y resultados. Y eso, obviamente, ahora genera una expectación mayor. Pero hay que mantenerse tranquilos. La Primera División es muy complicada y aunque todos somos ambiciosos y tenemos mucha hambre y ganas de mejorar, debemos ir poco a poco. Es clave. Y entender que al principio de la temporada siempre es muy importante.

—Si tuviera que marcar un objetivo, ¿cuál sería? Porque fuera de la Isla se ve al Mallorca casi como un candidato a pelear por Europa.
—No quiero parecer poco ambicioso o que me quiera esconder, no tengo problemas con eso porque siempre digo lo que creo y veo. Si el Mallorca es un club en progresión y que se está asentando la mentalidad tiene que ser la misma. Como el año pasado. La temporada dura 38 partidos y va generando ella misma los objetivos. LaLiga es muy dura y se puede ver en muchos casos. Ahí está el del Espanyol, que tenía una plantilla increíble y acabó bajando. No hay que precipitarse, hay que darle tiempo a las cosas, que vayan madurando.

—En su demarcación ha llegado Siebe van Der Heyden. ¿Qué cree que aportará el belga?
—Yo tampoco lo conocía mucho. Es un chico muy alegre, con muchas ganas y se adaptará muy bien al estilo del míster. Es un jugador con una muy buena zurda, con buen golpeo, agresivo. Es un perfil que el equipo necesita.

—¿Ha mejorado la línea ofensiva con los cambios del mercado?
—Estas valoraciones no me corresponde hacerlas a mí. Los chicos nuevos han entrado muy bien en la dinámica del equipo y del vestuario, están abiertos a mejorar y a entender el juego del míster.

—¿Qué importancia tiene Antonio Raíllo para usted y para el Mallorca?
—Es el capitán, eso lo dice todo. Es un referente. Un jugador que si no me equivoco acaba de empezar su octava temporada aquí y aporta muchísimo. Su carácter y su forma de jugar son muy importantes para nosotros. Significa mucho para nosotros y para mí, claro. Un compañero de reparto con el que las he vivido de todos los colores.

—Sería una baja importante…
—Cuando compartes mucho tiempo con alguien a lo mejor dejas de valorarlo. Raíllo representa esa fuerza, esa mentalidad, no solo en el campo sino también en el vestuario. Su baja sería dura, pero esto es fútbol. Aunque a mí nunca me gusta meterme en cosas personales.

—A usted aún le quedan dos temporadas de contrato y es joven…
—¿Me ves joven? (Risas) No me considero viejo, pero tampoco joven. Creo que estoy entrando en esa edad en la que se va juntando la experiencia con la fuerza física y tengo que aprovecharlo.

—¿Entonces es pronto para plantearse su futuro más allá de ese 2025, que es cuando acaba su contrato con el Mallorca?
—En el fútbol es muy complicado especular sobre estas cosas, sobre todo en Primera División, donde las cosas cambian día a día. Dependerá, como siempre, de las dos partes.

—El Mallorca ha juntado a dos delanteros como Vedat Muriqi y Cyle Larin. Usted, como defensa, ¿cómo valora a esa pareja?
—Dos tíos de 1,94 y 1,90, que uno pesa 95 kilos y el otro 90. Pues ya me dirás (risas). Son físicamente muy fuertes, pero no iguales. Tienen diferencias en su juego. Es una delantera de mucho peso y, espero, de mucho gol.

—La temporada pasada usted ya se enfrentó directamente a Larin en Valladolid. ¿Cómo es?
—En ese partido yo volvía de una lesión y si no estás aún al cien por cien y te toca adefender a un bicho así, no es fácil. Cuando llegó al club y hablamos, se acordaba de mí y de Antonio (Raíllo) porque aquel día le pegábamos como solemos hacer (risas).

—¿Hay ganas de volver a jugar un partido en el estadio de Son Moix?
—Si no recuerdo mal la temporada pasada quedamos sextos como locales, que tiene muchísimo mérito por parte del público. Espero que vengan a ayudarnos porque cuando estamos juntos se da una unión muy bonita y que disfrutamos todos. Serán otra vez nuestra fuerza.

Las claves
  1. Uno de los capitanes
    Valjent es uno de los pesos pesados de la plantilla del Mallorca y junto a Antonio Raíllo, Dani Rodríguez Abdón Prats y Jaume Costa, uno de los capitanes

  2. 13 veces internacional con Eslovaquia
    El jugador del Mallorca debutó con la selección absoluta de su país en 2018. Fue convocado por última vez en junio, aunque no jugó ante Islandia y Liechtenstein

  3. Solo un gol con el Mallorca
    En los 178 partidos oficiales que amontona como bermellón, Valjent solo ha marcado un gol. Fue en octubre de 2020, contra el Tenerife en Segunda en Segunda División.