Los jugadores de México y Estados Unidos se enfrentan durante el accidentado partido disputado este jueves en Las Vegas. | Lucas Peltier

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La selección mexicana de fútbol encadenó este jueves una nueva y dolorosa derrota ante Estados Unidos tras caer goleada en las semifinales de la Liga de Naciones de la Concacaf en Las Vegas (3-0) en un partido marcado por todo tipo de incidentes. El duelo, que tuvo que ser suspendido en los instantes finales por gritos homófobos en las gradas, registró además cuatro expulsiones de futbolistas. Uno de ellos fue César Montes, central del Espanyol y objetivo de Javier Aguirre para el Real Mallorca, que en el minuto 69 le daba una fea patada por detrás a Folarin Balogun que originaba una enorme tangana en el césped entre los jugadores de ambos combinados.

Las cuatro tarjetas rojas del encuentro llegaron en un segundo acto cargado de polémicas entre los futbolistas y en el que además se escucharon de forma repetida gritos homófobos desde la grada, lo que llevó, siguiendo el protocolo establecido para estos casos, primero al aplazamiento momentáneo del encuentro en el minuto 90 por parte del árbitro salvadoreño Iván Barton y a la finalización del duelo poco después cuando todavía quedaban unos minutos de descuento.

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Tras la entrada de Montes, que se produjo ya con el 2-0 en el marcador favorable a la selección estadounidense, se desataron aún más las hostilidades. En la multitudinaria tangana en la que participaron jugadores de ambos conjuntos también el árbitro expulsó a McKennie, que dejó una de las imágenes de la noche con la camiseta rota y besándose el escudo estadounidense.

El entrenador del Real Mallorca, Javier Aguirre, destacó la semana pasada, nada más aterrizar en México, que el fichaje de César Montes, al que ya tuvo a sus órdenes cuando dirigió a los Rayados de Monterrey, era una de sus prioridades para reforzar la línea defensiva la temporada que viene.