Formado en la factoría de Son Bibiloni, Antonio Sánchez se instaló en el vestuario del Mallorca tras el descenso a Segunda División de 2020, gracias a las horas de vuelo que había amontonado en sus cesiones a Poblense, Barakaldo y Mirandés. Su primer partido fue en Cornellà, contra el Espanyol y siguiendo las indicaciones de Luis García Plaza. Todavía tardaría unas semanas en debutar como titular, ya que no jugó de inicio hasta la octava jornada, en Santo Domingo, contra el Alcorcón. Curiosamente, ese día también marcó el primero de los cuatro goles que ha celebrado como rojinegro.
Después de 35 encuentros en Segunda que culminaron con aquel ascenso celebrado en un hotel de Santa Cruz de Tenerife, Antonio Sánchez se estrenó en Primera División el curso siguiente. Fue en un escenario icónico como el Santiago Bernabéu, aunque en un partido para olvidar. El Mallorca era arrollado por el Real Madrid y encajaba la derrota más dura de toda la temporada (6-1). Su primera titularidad fue en Mestalla y luego anotó en Son Moix, contra el Sevilla, el único tanto que ha marcado hasta el momento en Primera División.
Esta temporada Antonio Sánchez ha participado en 28 partidos y en una decena de ellos ha sido como titular. El último, el de este jueves en Girona que le servía para soplar las velas. El mallorquín, fuera de sitio para cubrir las bajas de Maffeo y Gio en el carril derecho de la defensa, mantenía una intensa pugna con Riquelme y acariciaba el gol en el primer tiempo, al mandar un balón al palo derecho de Gazzaniga. En total amontona 57 encuentros en Primera y otros ocho en Copa del Rey como bermellón.
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