El técnico del Real Mallorca, Luis García, ejerció de mano inocente en el sorteo de la Copa del Rey.

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La Copa del Rey ha preparado otro sorbo exigente para el Real Mallorca y el Atlètic Baleares, que se las verán con el Llanera y el Getafe respectivamente. Los bermellones visitarán el jueves 16 de diciembre (19:00) al penúltimo clasificado del grupo primero de Segunda RFEF en un campo que comprometerá su puesta en escena, mientras que el mismo día (21:00) los blanquiazules se medirán con un equipo de Primera en el Estadi Balear 35 años después.

El césped sintético y las reducidas dimensiones del Nuevo Ganzábal -campo del Langreo en el que el Llanera jugó su primer compromiso en el torneo- son las primeras dificultades que el técnico bermellón, Luis García Plaza, observó tras el sorteo. El conjunto asturiano, verdugo del UD Logroñés de la Primera RFEF en la primera ronda, no está firmando una buena temporada liguera, pero la experiencia reciente del Mallorca en sus visitas a Segovia, Guijuelo o El Álamo obliga a mantener la guardia alta en un desplazamiento comprometido por el campo.

Por su parte, el ATB recibirá a un Getafe al alza tras la llegada de Quique Sánchez Flores al banquillo. Los azulones, con una situación delicada en la liga, pueden optar por dosificar los esfuerzos de sus hombres clave, pero igualmente disponen de potencial más que suficiente para partir como claros favoritos a lograr la clasificación. El Atlètic no recibe a un equipo de Primera en el Estadi Balear desde que se enfrentó al Mallorca en el torneo del KO en la temporada 86-87, cuando el equipo dirigido por Serra Ferrer se clasificó (2-4) tras la prórroga. Los balearicos saben lo que es eliminar a un equipo de Primera, aunque fue en la campaña 77-78 tras dejar en la cuneta al Salamanca.