Robert y Penny Sarver, durante un partido del Mallorca en Son Moix. | M. À. Cañellas

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El caso Robert Sarver sigue avanzando. Mientras la NBA investiga las acusaciones de racismo y sexismo que denunció la ESPN contra el propietario de los Phoenix Suns y máximo accionista del Mallorca continúan apareciendo testimonios y la bola de nieve crece. Los últimos proceden de tres exempleados de la franquicia de Arizona, que recibieron mensajes de Penny Sarver, la esposa del banquero, que catalogan esa comunicación privada como un intento de intimidación por su parte. Según Baxter Holmes, uno de los periodistas de la cadena estadounidense que desveló el caso, dos de los mensajes enviados proceden de una cuenta de Instagram (@pennsar) y el otro corresponde a un mensaje de texto de un número de teléfono que pertenece a Penny Sarver. Ella misma ha confirmado el envío y asegura que aguarda con interés al desarrollo de la investigación por parte de la liga.

«Decidí acercarme a algunas personas para tratar de aclarar las cosas y compartir lo decepcionada y herida que estoy por las mentiras que circulan sobre mi esposo y la organización de los Suns», alega. «Compartí la traición que sentí y mencioné parte del dolor que estamos atravesando como familia. Cualquier sugerencia de que intenté ‘intimidar’ a alguien es tan tonta como incorrecta e indignante», se defiende. «Soy Penny Sarver. Sé que se quemaron muchos puentes entre tú y Robert y estás muy amargado», se lee en uno de los mensajes citados. «Quiero recordarte que aquí están en juego vidas reales», subraya. En esa misma línea, PennySarver agregaba: «Por favor, deje a un lado su odio y comprenda el daño que está causando al difundir mentiras y fabricaciones».

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«¿Para usted ser el centro de atención es tan importante? Si algo le sucede a uno de mis hijos, los responsabilizaré a usted y a Earl Watson», indica Penny Sarver en uno de esos escritos. «Piense en su hijo por un segundo e imagine que las cosas han cambiado». Watson, exentrenador de los Suns, protagoniza uno de los testimonios contra la conducta de Sarver y declaró que el lenguaje y el comportamiento del propietario de la franquicia promovieron un lugar de trabajo tóxico. «No sé cómo interpretarlo más que como una amenaza», apuntó uno de los exempleados y destinatarios de los mensajes. A un segundo extrabajador, en cambio, le llegó otro mensaje: «Me entristece mucho que digas cosas tan falsas sobre mi esposo. Tu interpretación de lo que sucedió está tan lejos de la verdad. Gracias a eso estás aplastando la vida de mi familia».

El capítulo se completa con un último mensaje de Penny Sarver dirigido a una tercera persona: «Eres un mentiroso. Al tratar de destruir a mi esposo con (tus) mentiras, has destruido a mi familia y a mis hijos». Paralelamente al caso de Robert Sarver y su supuesta mala conducta durante los 17 años de mandato que acumula al frente de los Phoenix Suns, el presidente de operaciones de los Portland Trail Blazers, Neil Olshey, también es objeto de una investigación independiente por unas acusaciones de mal comportamiento en el lugar de trabajo, entre un entorno hostil y de intimidación, según recoge un informe de Yahoo Sports.

Punto de vista

Shaq y Barkley, a la expectativa

Shaquille O’Neal y Charles Barkley, comentaristas de la TNT y exjugadores de los Suns, entre otras franquicias, también están pendientes de la investigación a Sarver. Shaq, que sí coincidió con el banquero en Phoenix, asegura que nunca tuvo problemas con él. Barkley, por su parte, afirma que siempre fue tratado «con respeto», aunque le preocupa que Penny Sarver hable con los testigos.