Luis García da indicaciones a sus futbolistas durante el partido disputado en Vitoria. | Carlos Gil-Roig

TW
1

El cierre del mercado de la temporada 2021/2022 deja una pizarra de Primera para el Real Mallorca. El trabajo de la dirección de fútbol comandada por Pablo Ortells ha firmado un gran trabajo dotando al equipo de músculo, talento y juventud. Nada que ver con los desequilibrios que resultaban evidentes en el último proyecto en Primera con Vicente Moreno en el banquillo y un plantel que no pasaba de un once titular y alguna mínima variación. Ahora no. Todo lo contrario. El club ha dotado al entrenador de un enorme abanico de posibilidades para afrontar la temporada aparentemente con garantías. Desde atrás hasta adelante. Otra cosa será la gestión del vestuario y la capacidad del técnico de tener a casi todos contentos, pero esto es otra historia y Luis García ha demostrado sobradamente su capacidad para mantener la disciplina en el vestuario y la motivación en todo el grupo.

El trabajo de la dirección deportiva ha sido intenso hasta el último minuto. El fichaje del delantero estadounidense Matthew Hoppe procedente del Schalke 04 alemán cerró la lista de refuerzos del en el mercado de verano y que finalmente se saldó con diez contrataciones y once bajas.

Entre las caras nuevas para este proyecto, además de Hoppe, destacan Take Kubo (Japón), cedido por el Real Madrid y Kang In Lee (Corea del Sur), que ha llegado libre del Valencia, y el español Fer Niño, cedido por Villarreal.

Los cuatro futbolistas mencionados tienen 20 años cada uno de ellos, en una clara apuesta de la dirección deportiva por rejuvenecer la plantilla de la que forman parte dos veteranos, el portero Manolo Reina y el centrocampista Salva Sevilla, de 36 y 37 años, respectivamente.

También se han sumado al equipo bermellón el meta Dominik Greif (Slovan de Bratislava), los defensas Pablo Maffeo (Stuttgart), Jaume Costa (Villarreal); el centrocampista argentino Rodrigo Battaglia (Sporting de Portugal) y los delanteros Amath Ndiaye (Getafe) y Ángel Rodríguez (Getafe).

Esta planificación permite a LGP disponer de 27 jugadores y múltiples variantes, principalmente de medio campo hacia adelante. Los laterales están bien cubiertos con Maffeo, Sastre, Costa y Oliván al igual que el centro de la zaga, donde no se han producido novedades. En la sala de máquinas hay opciones para ir refrescando piernas con Salva, Galarreta, Baba y Bataglia y a partir de ahí se combina polivalencia, talento y chispa. Hasta 12 atacantes van a pujar por cuatro posiciones. Sin embargo, LGP ha demostrado ser un entrenador valiente y en las segundas partes no le tiembla el pulso y en los dos primeros partidos modificó por completo la línea ofensiva. Da seguridad echar un vistazo a la pizarra de esta temporada en la que la permanencia es el principal objetivo. Las primeras jornadas incluso invitan a soñar.