Los jugadores del Real Mallorca celebran el gol que anotó Raíllo ante el Leganés. | Miquel Àngel Llabrés

TW
0

El final de la cuenta atrás para el Real Mallorca arranca esta noche frente a Las Palmas (Estadio de Gran Canaria, #vamos y Movistar TV, 20.30 horas). Con el de hoy faltarán diez partidos para que el campeonato regular finalice y si el equipo rojillo tiene la fortuna de cara y su fútbol le acompaña, el camino le llevará directo a Primera División. Hoy, en caso de ganar, va abrir hueco con la tercera posición distanciándose del Almería a siete puntos más el golaverage. Eso es dar un paso de gigante en las aspiraciones de agarrar la máxima categoría.

El de hoy es un premio gordo, muy gordo. Tras perder en Fuenlabrada por cuatro goles a uno, el equipo de García Plaza pudo reconducir la situación frente al Leganés gracias al triunfo por la mínima tras el gol de Raíllo. Tres puntos que permitieron al equipo inyectarse una nueva dosis de moral con vistas a otro compromiso difícil en una plaza exigente como es la del estadio de Gran Canaria.

De todo se aprende, también de las derrotas, y el Mallorca sabe que no puede salir hoy como lo hizo hace casi una semana en el estadio Fernando Torres. Las Palmas es un equipo que exige mucho al rival y en cada partido se juega la posibilidad de dar un paso más hacia la última posición que da acceso a disputar la promoción de ascenso a Primera. Por lo tanto hay mucho en juego para un equipo y otro y los puntos son vitales. García Plaza quiere que su ejército vuelva a identificarse a través del fútbol combinativo, su organización en el juego y su valentía y para ello es imprescindible que los mejores futbolistas comparezcan sobre el terreno de juego y ofrezcan su mejor versión.

No podrán estar todos. Raíllo y Brian Olivan son baja por acumulación de amonestaciones mientras que Ruiz de Galarreta sigue lesionado y tampoco estará ante Las Palmas. Ruso, Valjent y Cufré completarán la zaga mientras que Amath volverá a personarse en el once titular. Habrá más cambios porque la exigencia de la competición requiere de piernas frescas y mente limpia.

Noticias relacionadas

El equipo tiene en estos momentos dependencia de la chispa de Amath y su papel es fundamental. A partir de ahí la seguridad y toque de Salva Sevilla y la clarividencia de las bandas hará el resto.

El Mallorca funciona cuando sus pasillos de seguridad no fallan. Ante el Leganés Manolo Reina volvió a ser el portero que gana puntos y recuperó su mejor versión. A partir de ahí es cuando el equipo crece, cuando los centrales destilan carácter y los laterales criterio. Un equipo seguro atrás que es capaz de trasladar esa sensación a la sala de máquinas y así hasta llegar a Abdón. Pero cuando un pequeño engranaje de esta máquina de fútbol falla, el plan se viene abajo como sucedió en Fuenlabrada. Y eso fue noticia porque no suele ocurrir.

El Espanyol habrá jugado horas antes y el Almería lo hizo el pasado viernes perdiendo ante el Rayo, por lo tanto el equipo que cierra el carrusel de partidos por el ascenso es el Mallorca de Luis García.

Por su parte el técnico de Las Palmas, Pepe Mel, ha dejado entrever que modificará en parte el once inicial que jugó el pasado jueves, aunque podría introducir alguno, empezando en la portería, donde el catalán Álex Domínguez recuperaría su puesto tras no jugar ante el equipo gallego después de su convocatoria con la selección española sub’21.

También tiene opciones de volver al once inicial Pejiño, uno de los fijos para el técnico madrileño, después de que el rápido extremo andaluz tuviera descanso antes los lucenses. Mel puede volver a apostar por el 4-4-2 que tan buen resultado le dio el jueves, con el extremeño Rober —autor de un hat-trick— y Jesé como jugadores más adelantados, y Araujo partiendo desde la banda izquierda. Un triunfo para ambos equipos marcará tendencia para lo que resta de curso.